Consumado está. El Congreso de Jalisco aprobó la desaparición del Instituto de Transparencia e Información (ITEI), ese incómodo organismo autónomo que durante años se atrevió a exigir que los gobiernos rindieran cuentas; pero no teman, la transparencia no muere… solo se muda a casa. A partir de ahora, la Contraloría del Estado y las de los 125 municipios serán las nuevas garantes del derecho a la información.
Es decir, el gobierno se vigilará a sí mismo. ¿Qué podría salir mal?
Imagínese usted a una dirección municipal que se niega a entregar información pública. Bajo las nuevas reglas, la Contraloría de ese mismo municipio tendría que sancionar… ¿a su propio patrón? ¿O se mandará un oficio a sí misma con copia para enterarse de su propia omisión? ¿Habrá ceremonias de “autopago” con discurso incluido? “Reconozco mi falta, me sanciono con firmeza y me comprometo a mejorar. Atentamente: yo”.
Morena, Movimiento Ciudadano, Futuro, Hagamos, el PT y el Verde así lo decidieron, desaparecer la autonomía de un derecho fundamental del todo país que presuma de democracia y garantía de derechos. ¿A quién se le ocurriría que una oficina subordinada va a poner en aprietos a quien le firma la nómina?
Y por otro lado… ¿será esto una mera ocurrencia legislativa? A mí me da por pensar que en lo político todo se calcula, a veces mal, pero todo se calcula y por eso creo que lo del ITEI es el primer acto de una obra más amplia. Movimiento Ciudadano parece haber cedido a cambio de algo: lograr acuerdos para sacar adelante la reforma local al Poder Judicial. Morena empuja por el control institucional, y MC, en vez de resistir, negocia.
Por lo pronto a prepararnos. Cuando no nos contesten una solicitud de información, no olvide reclamar con firmeza; y cuando la respuesta sea que la Contraloría ya se sancionó a sí misma, al menos podrá sentirse parte de esta tragicomedia llamada rendición de cuentas.