El despliegue de la Guardia Nacional ordenado por el presidente Donald Trump para contener las manifestaciones contra las redadas migratorias en Los Ángeles era “ilegal”, decidió este jueves un juez federal que ordenó devolver el control de esos efectivos al estado y propinó así un nuevo revés judicial al mandatario, que exasperó a la Casa Blanca.
El magistrado ordenó al presidente que devuelva el control de la Guardia Nacional de California al propio estado, al calificar en su dictamen de “ilegal” la decisión del mandatario de desplegar esa fuerza por encima de la voluntad del gobernador.
“Sus acciones fueron ilegales. Por tanto debe devolver de inmediato el control de la Guardia Nacional de California al gobernador del estado”, Gavin Newsom, dictaminó el juez de distrito Charles Breyer en el fallo al que accedió la AFP.
Sin embargo, la orden está en pausa hasta el mediodía del viernes hora local (19H00 GMT), y la Casa Blanca lanzó casi de inmediato una apelación que puede ir hasta la Corte Suprema.
“Donald Trump será relevado de su comando a mediodía mañana”, dijo Newsom en declaraciones por televisión luego de conocerse el fallo. “No es un monarca, no es un rey, y debería dejar de actuar como si lo fuera”, dijo el gobernador demócrata de 57 años.
La decisión judicial es una “intrusión extraordinaria” en los poderes presidenciales, argumentó el gobierno del republicano en una apelación el jueves.
“Esa orden es una intrusión extraordinaria en la autoridad constitucional del presidente como Comandante en Jefe para llamar a la Guardia Nacional según sea necesario para proteger a funcionarios federales, así como su autoridad estatuaria (…) para movilizar guardias nacionales estatales al servicio federal“, dijo el Departamento de Justicia en una presentación judicial en la que pide que la orden se suspenda.
Trump afirmó más temprano el jueves que Los Ángeles se encuentra “sana y salva” gracias al despliegue de miles de soldados y guardias nacionales para contener las protestas contra las redadas migratorias.
La decisión del mandatario de desplegar a la Guardia Nacional, una fuerza militar de reserva, pese al rechazo del gobernador californiano, es algo que un presidente estadounidense no había hecho desde 1965.
El republicano acusó al gobernador de “haber perdido totalmente el control de la situación”.
Las protestas, mayoritariamente pacíficas, estallaron la semana pasada debido a redadas lanzadas por el gobierno contra inmigrantes indocumentados.
También hubo focos de violencia, como la quema de taxis y el lanzamiento de piedras a la policía.