Irán respondió este viernes con disparos de misiles contra “decenas de objetivos” en Israel, al ataque sin precedentes de ese país contra instalaciones nucleares y militares iraníes que mató a altos mandos del ejército y de los Guardianes de la Revolución.
El ejército israelí anunció que Irán había disparado decenas de misiles en su dirección y ordenó a su población dirigirse a los refugios.
Teherán tiene la capacidad de causar daños “significativos”, apuntó.
En Jerusalén sonaron las sirenas y poco después se escucharon explosiones. El humo se elevaba en Tel Aviv, la principal ciudad del centro de Israel, luego de que el ejército levantara la orden de permanecer en los refugios, aunque pidió a la población no alejarse de estos espacios protegidos.
El Magen David Adom, el equivalente israelí de la Cruz Roja, reportó 34 heridos en la región del Gran Tel Aviv tras los ataques.
Israel dictaminó que atacando a civiles Irán cruzó una “línea roja”.
En Teherán, los sistemas de defensa aérea se activaron temprano el sábado ante los bombardeos israelíes.
Un corresponsal de la agencia AFP reportó fuertes explosiones en la capital iraní y vio un resplandor rojo en el cielo.
El embajador iraní ante Naciones Unidas, Amir Iravani, dio cuenta de al menos 78 muertos y más de 320 heridos, mayoritariamente civiles, producto de la arremetida.
En represalia, Irán lanzó el sábado una nueva ola de ataques con misiles “al régimen zionista” desde Teherán y Kermanshah, al oeste de Irán, dijo la televisión estatal.
Tanto el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como el primer ministro británico, Keir Starmer, subrayaron “la importancia de la diplomacia y el diálogo”.
No obstante, el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Abás Araqchi, descartó todos los llamados a la moderación “tras la agresión israelí”, en palabras a su homólogo británico, David Lammy.
Mientras se multiplican los llamamientos a la distensión en el mundo, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunía el viernes a petición de Irán.