La afluencia en iglesias y organizaciones dedicadas a la ayuda humanitaria también ha registrado un desplome
Con alrededor del 85% de población migrante en El Paso, Texas y tras el endurecimiento de las políticas migratorias y el refuerzo del borde, existe temor entre habitantes en comunidades latinas por el alto riesgo de ser deportados.
La afluencia en iglesias y organizaciones dedicadas a la ayuda humanitaria también ha registrado un desplome en las cifras de cruces ilegales, además de la baja en la participación dentro de sus actividades cotidianas.
“Ahorita las personas están en una situación muy difícil y en una situación muy insegura. Estamos viendo a mucha gente que no sale de sus casas, que no lleva a los niños a la escuela, que no va a trabajar que tienen miedo a abrir la puerta a cualquier persona que les vaya y les toque…”, comentó Aimeé Santillán, analista de Políticas migratorias.
Corroborando información otorgada por la Patrulla Fronteriza en el Sector de El Paso, Aimée Santillan – Analista de Políticas Migratorias en Hope Border Institute al realizar las atenciones psicosociales a personas migrantes escuchó testimonios de violencia y tortura por parte de grupos delictivos con los que personas en movilidad se encontraron en busca de un falso sueño americano.
“No había manera en que la persona pudiera cruzar la frontera sin haber hablado con algún tipo de organización criminal y pues es algo que les afectaba significativamente, muchos de ellos sufrieron tortura emocional o física por medio de estas organizaciones”.
Entre las escalofriantes anécdotas, Santillán atendió a personas que sufrieron mutilaciones, violencia sexual y en su mayoría de casos, la extorsión económica para dejarles continuar en el camino mortal al intentar cruzar ilegalmente la frontera.
Según lo informado por parte de migrantes a Agentes de la Patrulla Fronteriza el “ticket” que organizaciones criminales trasnacionales cobran a latinoamericanos ronda entre los 8 y los 16 mil dólares por persona. Sin embargos, el cobro suele incrementar dependiendo de la nacionalidad de quien busca cruzar ilegalmente.
“La realidad es que ahorita pues existe mucho riesgo en llegar y en cruzar; porque ahorita las deportaciones cambian de definición a cada instante, puede que los regresen a su país, puede que los manden a u lugar en donde no son o que los pongan en detención por tiempo indefinido”.
Jordan Leonel, enviado especial a la frontera sur de Estados Unidos.