La geopolítica de nuestros días pasa por el alineamiento de países en bloques que les brindan cobijo ideológico, obtención y compartimiento de recursos y uso común de narrativas populistas que trasmiten a sus pueblos bajo la eterna premisa del conflicto Occidente y Oriente. Dos bandos, dos visiones, dos mundos.
La reciente reunión del bloque denominado BRICS, integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, celebrada en Brasil para el beneplácito de Lula da Silva, creador también del Foro de Sao Paulo, en conjunto con el extinto Fidel Castro, es una muestra de lo anterior. Lula ha sido a lo largo de los años más que un estadista, un incansable activista de izquierda que ha puesto sus cartas en la mesa siempre empujando su visión política catalogada como antiestadunidense. He ahí el detalle.
Es por esto que Donald Trump, ahora con más información y experiencia en su segundo mandato, ha catalogado a este bloque como un fuerte adversario a quien hay que enfrentar con decisión y ha elegido su arma favorita, los aranceles, para hacer patente su desacuerdo con ellos, aumentándoles un 10% adicional de impuestos sin excepción alguna. A toda acción, corresponde una reacción.
China y Rusia, países marcados como enemigos tradicionales de los EU, han sumado en este bloque a Irán, lo cual dificulta las relaciones y enmarca esta vieja pugna bajo el FRAME de Occidente versus Oriente, que tiene al mundo expectante. Irán, el país recientemente bombardeado por EU.
Ya lo decía Marco Rubio en el 2004, desde su posición como senador norteamericano, ahora es secretario de Estado, cuando afirmaba: “No lo olvidemos, los BRICS, creados por Vladimir Putin en el 2009, tienen el claro objetivo de derrocar a EUA de su posición como líder mundial”. El enfoque de este breve análisis, estimados lectores de QuieroTV, no es afirmar que la creación de bloques no deba suceder; el tema es que los países que se reúnen para ayudarse en terrenos comerciales, sanitarios y tecnológicos, lo cual es loable, al paso del tiempo modifican su agenda y encumbrados en la ideología antiamericana y las posturas nacionalistas, lo cambian todo.
Fíjese usted, amigo lector, los BRICS, que ahora suman a Irán, Egipto, Etiopía y Emiratos Àrabes, surgen a raíz de la crisis financiera del 2008 que comenzó en EU y se extendió al mundo entero, lo cual resulta una buena razón de asociación de países que buscan resolver un entuerto y de pronto, su conformación se percibe como un ente que busca reemplazar las instituciones globales, la emergencia sustituida por la coyuntura política.
Consideremos que a través de la diplomacia, un diálogo maduro y metas comunes, el mundo podría resultar un mejor lugar para vivir. Lamentablemente, cuando los afanes imperialistas de uno y otro bando surgen, el bienestar se extingue.
Seguimos en conexión.