El pasado miércoles 2 de julio, el gobierno de Guadalajara dio a conocer que la presidenta municipal de Guadalajara anunciaba obras de remozamiento del Centro Histórico tapatío.
En el comunicado oficial del anuncio, de 765 palabras, hubo dos cambios imperceptibles para muchos en la redacción que, sin embargo, dejan ver que la estrategia de comunicación de la alcaldesa cambió.
Uno de esos dos detalles es que se eliminó la muletilla utilizada hasta el momento para mencionar a Verónica Delgadillo como “la primera presidenta de Guadalajara”. Ahora es únicamente “la presidenta de Guadalajara”.
El segundo y más importante es que en la comunicación oficial el nombre de Verónica Delgadillo se acortó a simplemente Vero Delgadillo. Casi lo mismo, pero no es igual.
Vero, como se usa su nombre ahora, trabaja junto con sus asesores y su equipo de comunicación una nueva estrategia de marca con dos motivos: establecer una imagen de más cercanía con los ciudadanos, y generar también un nombre corto para la campaña electoral de 2027 con miras a la reelección en el cargo o, si las circunstancias lo requieren, ir por un cargo de elección popular diferente.
Expertos en campañas políticas coinciden en que utilizar un nombre propio es conveniente para una persona pública, pues resulta fácil de recordar y pronunciar, y permite usarlo como mejor alternativa para slogans de campaña.
Personas cercanas a la presidenta municipal reconocen el cambio en la estrategia de comunicación de Vero Delgadillo (nótese que ya usamos ese nombre corto), y aunque contemplan la posibilidad de una campaña electoral futura, centran la decisión en que la alcaldesa quiere una imagen más cercana a los ciudadanos, sobre todo ahora que impulsa los Martes Ciudadanos y otras acciones en las diferentes comunidades de la ciudad.
Así que ahora Verónica es Vero. Ya solo falta hacer el cambio en sus redes sociales.