Lo de ayer fue un escándalo con mayúsculas. En medio del temporal de lluvias e inundaciones, baches y socavones, que tanto indignan a la ciudadanía, y que además se ha combinado con los cortes de agua en varias colonias por las fallas en la infraestructura del SIAPA, junto con el caso Eli Castro (la promotora de música de banda convertida en asesora técnica con sueldo de 73 mil pesos al mes), se supo que la Comisión Tarifaria del organismo sesionó el 6 de junio y aprobó incrementos en las tarifas para el año 2026, ¡del 44 y hasta el 200 por ciento!
La indignación estalló en todas partes.
Se pronunciaron en contra el gobernador Pablo Lemus, el dirigente empresarial Antonio Lancaster, diputados de todos los partidos políticos y presidentes municipales.
El gobernador hizo público un documento enviado al SIAPA, en el que se pronuncia contra los incrementos de tarifas y retoma la idea de una reestructuración interna.
El presidente municipal de Tonalá, Sergio Chávez, anunció que se creará un frente de alcaldes ligados a Morena y partidos aliados (Tonalá, Tlaquepaque, El Salto y Juanacatlán), para oponerse al aumento en los cobros.
Paradójicamente, el documento que acredita la decisión de la Comisión Tarifaria, se publicó el Periódico Oficial del Estado de Jalisco el pasado 3 de julio.
Hasta parece que se lo guardaron en secreto. Sorprende que ninguna autoridad se hubiera pronunciado antes.
En el documento se puede constatar que los representantes ciudadanos de Tlaquepaque y Tonalá votaron en contra de las tarifas proyectas. También votaron en contra los representantes de la Universidad de Guadalajara y de la Universidad Panamericana.
¿Por qué nadie dijo nada desde entonces?
Es importante aclarar que esta autorización es totalmente diferente del polémico incremento aprobado en el Congreso estatal de 9.65%.
El SIAPA se ha convertido en el principal enemigo público de la ciudad.
En su contra operan el agua turbia, los socavones, los cortes de agua por reparaciones en su infraestructura, la nueva tarifa, el caso de Elizabeth Castro, las investigaciones de la Fiscalía Anticorrupción y de la Contraloría estatal, y además, la creciente indignación generalizada de ciudadanos, alcaldes, diputados y hasta del gobernador.
Esta es la madre de todas las crisis.