¿Hasta dónde es que pueden llegar los límites de la libertad de expresión? Todos tenemos el derecho a expresar lo que pensamos o hacia dónde es que hemos caminado como sociedad para construir un pensamiento individual o colectivo.
Imagínense que estemos en el año 2025, siglo 21, y que una personalidad que es considerada uno de los deportistas más destacados en el futbol mexicano, llamándose el máximo goleador de la Selección Mexicana, tome su red social con más de 12 millones de seguidores para subir un discurso casual, mandándonos a las mujeres a limpiar.
El discurso de Javier “Chicharito” Hernández, ¿en verdad nos sorprende? ¿O continúa siendo un reflejo de lo que el mexicano y el tapatío promedio pretende profesar? Más que en un discurso deconstruido, son palabras destructivas que vienen de una figura pública, y más de un icono –si es que se le puede llamar así– de un escudo tan importante como lo son las Chivas.
Zapatero a tus zapatos. Claro que las redes son plataformas de exposición, y no le bastó con cuestionar mediante un video los roles de género, hablar de la presión patriarcal entre tantas cosas, si no que puso sobre la mesa la contribución de la masculinidad y la femineidad según los roles que en la mente de un futbolista están “bien”.
No basta con hacer constar que apenas hace 100 años las mujeres no teníamos la oportunidad de votar en nuestro país, o bien, ser comparado con la delantera del equipo femenil de Chivas, quien en comparación con “Chicharito”, ha sumado 13 goles a su cuenta en contraste con dos escasas anotaciones de aquella promesa del Guadalajara.
Lo negativo no son los roles que él busque para una pareja o su manera de pensar, si no la difusión y la poca empatía hacia la lucha de la igualdad y búsqueda de la equidad que como mujeres hemos procurado.
Javier Hernández, un padre hasta donde se sabe ausente y con antecedentes de demanda de pensión alimenticia, asegura que la “masculinidad” se encuentra erradicándose debido a la sensibilidad de la sociedad. Al final los roles sociales también se han erradicado, pero son estos discursos los que nos hacen ver que aquel camino que se ha recorrido no ha sido suficiente.
La femineidad, desde el cuidar y limpiar, ahora en pleno 2025 que se logró historia en nuestro país con una mujer presidenta, para “Chicharito” no será suficiente. Una sanción en su equipo no es oprimir su libertad de expresión, pero sí demuestra que aquellas ideas machistas nos continúan acompañando.
Esperemos que la inteligencia física de Javier Hernández no haya quedado únicamente en ello, y pueda aún a sus 37 años deconstruirse, puesto a que tiene una hija y esperemos deje de soltar tanta sopa, o si no será este su último gol.