El día de hoy, el INEGI publicó los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo a junio de 2025. Los resultados muestran un proceso curioso de precarización laboral, y digo curioso porque, por un lado, el incremento en el salario mínimo ha mejorado la situación de los trabajadores que reciben dicho salario, pero ha empeorado la situación de los que ganan más de dicho salario, y los que se encuentran en la informalidad laboral.
La encuesta muestra que la población ocupada tuvo un incremento anual de 1.2 millones de personas, de forma que el total de ocupados son 60.2 millones de personas, esto es el 97.3% de la Población Económicamente Activa, pero también la población no económicamente activa, es decir en edad de trabajar, pero que opta por no hacerlo, también aumentó en 872 mil 934 personas, y de ellas solo el 12.1% tomarían un empleo si se lo ofrecieran.
Esta población en edad de trabajar pero que no trabaja, fue de 41.6 millones de personas (40.2% de la población en esa edad) y si decidieran incorporarse al mercado laboral generarían un crecimiento económico significativo y un aumento en la productividad.
La tasa de desocupación fue del 2.7% en junio y el año anterior, en el mismo mes fue de 2.8%, es una tasa baja debido a la inexistencia de un seguro generalizado de desempleo, ya que solo en Ciudad de México y en el Estado de México existe.
Por nivel de ingresos, los datos son preocupantes, ya que el 38.3% de los empleados gana cuando mucho un salario mínimo, y aunque muestra una mejoría porque el año pasado en la misma fecha era el 43.3%, el porcentaje actual es demasiado alto; implica que cuatro de cada 10 empleados ganan como máximo un salario mínimo.
El 29.8% gana más de uno y hasta dos salarios mínimos, cuando el año pasado era el 28.3%, y los trabajadores que no reciben ingresos son el 5.1% de los ocupados, y aumentó con respecto al año pasado que fueron 4.8 por ciento.
Si sumamos estas tres cifras, tenemos que el 73.2% de las ocupados gana como máximo dos salarios mínimos, esto es siete de cada 10 ocupados.
Hay que recordar que un salario mínimo son 278.8 pesos diarios. Ello significa que siete de cada 10 ocupados no gana más de 557.60 pesos al día, que mensualmente serían $16,960.34 para la mayor parte del país, ya que en la Zona Norte el salario mínimo puede llegar a 419.88 pesos diarios.
Otro dato preocupante es que los trabajadores que ganan más de dos salarios mínimos y hasta tres salarios mínimos, disminuyeron en 15 mil 587 personas, y solo representa el 6% de los asalariados, mientras que los empleados que ganan más de tres y hasta cinco salarios mínimos, también se redujeron a 156 mil 762 personas y representan únicamente el 0.8% de los trabajadores.
Sin embargo, es de destacar que durante el sexenio pasado el incremento en el salario mínimo fue mucho mayor que la inflación, lo que implicó un incremento del 110% en términos reales, un elemento que sí ha mejorado las condiciones de vida de los trabajadores que ganan dicho salario, aunque dicha mejoría no se reflejó en los salarios más altos o profesionales. De hecho, el poder adquisitivo de los salarios profesionales y medios llegó a disminuir en términos reales, porque sus aumentos no compensaron completamente la inflación, por ello y en función de los datos anteriores, se puede concluir que predomina la precarización laboral.
En cuanto a la Tasa de Informalidad Laboral, aumentó a un 54.8% vs. 53.8% del año pasado. En esta tasa se contabiliza a aquellos empleados que son vulnerables por la naturaleza de la unidad económica para la que trabajan, básicamente pequeños negocios familiares, más aquellos que trabajan en microempresas no registradas, es decir en el sector informal, más aquellos que están por cuenta propia en la agricultura de subsistencia y aquellos que trabajan sin seguridad social, pero son empleados de empresas formales. Es decir que uno de cada dos trabajadores se encuentra en informalidad laboral.
Los ocupados en condiciones críticas de ocupación pasaron del 32.7% al 37.7%. Estos son los trabajadores que tienen condiciones laborales inadecuadas y trabajan menos de 35 horas a la semana por razones ajenas a su decisión, o trabajan más de 35 horas a la semana, pero sus ingresos mensuales son inferiores a un salario mínimo, o aquellas personas que trabajan más de 48 horas a la semana, pero ganan como máximo dos salarios mínimos.
En conclusión, en México la tasa de desocupación es muy baja: 2.7%, no porque la economía muestre un gran dinamismo económico, ni porque los salarios y las condiciones laborales sean muy buenas, sino porque las personas tienen que trabajar para subsistir, ya que solo en Ciudad de México y Estado de México existe un seguro de desempleo vigente, y de todas formas las cifras que lo cubren son muy bajas; en Ciudad de México es un apoyo mensual de tres mil 439.46 pesos por tres meses, y en el Estado de México es de dos mil pesos mensuales hasta en seis ocasiones.