La Liga MX había empezado de una muy buena manera, con espectáculo, goles, show, diversión. En fin, los aficionados del futbol mexicano no habían tenido desde hace muchos años, dos jornadas donde se marcaron más de 30 goles, y hoy cuando todo parecía que iba viento en popa para que nuestro futbol nos mantuviera encantados con su accionar, nos dejaron como novios de pueblo, vestidos y alborotados.
Se detiene la Liga MX otra vez para jugar ese torneíto que deportivamente, no deja nada, pero en el bolsillo de los directivos, jugadores, cuerpo, técnico, staff y equipo, deja muchos dólares. Sí, la Leagues Cup arranca en un rato más con algunos partidos que quizá no sean tan interesantes y otros que sí, pero siempre existe el morbo de ver a los equipos mexicanos contra los de Estados Unidos, y las eternas preguntas: ¿Quién es mejor? ¿Ya nos alcanzaron? ¿Ya nos superaron? ¿Estamos estancados?, etc., etc., etc.
Hoy, la Leagues Cup es un formato diferente. Van a jugar solamente 18 equipos, tres partidos entre cada una de las ligas y avanzan los ocho mejores: cuatro de México, cuatro de Estados Unidos. Se para la Leagues Cup, regresa la Liga mexicana, porque la MLS continúa y en un tiempo, otra vez se juegan los cuartos de final, se acaban; regresa la Liga MX, vamos a semifinales y así se repite esto hasta que se llegue a la gran final.
Ojo, que si algún equipo mexicano llega a la gran final, pues no podrá jugar en la Liga MX porque el famoso calendario está montado para que la gran final sea exactamente el día que se juega la del Torneo Apertura. Chulada la organización que tienen la Federación Mexicana de Futbol, la CONCACAF y la MLS para hacer estos torneos. Pero no importa, mientras lluevan billetes para todos lados, nadie dice nada.
En fin, empieza un nuevo torneo de la Leagues Cup. Lo único rescatable si le podemos llamar de ese modo, es que se va a jugar y se va a otorgar un boleto para ir a la Conca Champions, y en una de esas al Mundial de Clubes dentro de cuatro años, pero mundial al fin y al cabo.