El INE provocó otra oleada de críticas al anunciar, el 28 de julio, que aplicaría multas diferenciadas según sus posibilidades económicas, a quienes ganaron la elección judicial y aparecieron en los acordeones. Incluso la presidenta Claudia Sheinbaum intervino y aseguró que fue una “decisión incongruente”. Y claro que lo fue. El mensaje es claro: no importa que hayan hecho trampa, basta con pagar una multa y se quedan en el cargo de jueces o magistrados.
Para la presidenta Sheinbaum, sin embargo, la incongruencia radica en que los sancionen, porque para ella los acordeones no constituyeron ninguna irregularidad.
Quien mejor le puso palabras al escándalo que fue la elección judicial del 1 de junio de 2025, fue el ganador de la elección para integrar el nuevo pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Hugo Aguilar Ortíz, cuando aclaró que los acordeones son “listas orientadoras”.
En términos simples, aunque muchos funcionarios afines o de plano insertados en la 4T sepan cambiar las palabras, fue lo siguiente:
Se organizó una elección judicial como resultado de una reforma al Poder Judicial que fue impuesta por una mayoría política, sin consenso con el resto de los grupos políticos y sociales del país.
El proceso de la elección fue desordenado de principio a fin y comprometió hasta el extremo al Instituto Nacional Electoral.
Las convocatorias para elegir candidatos y candidatas fueron confusas y tuvieron como resultado una gran cantidad de aspirantes desconocidos para la población, pero afines a los grupos de poder, principalmente el partido dominante, Morena.
Ante las reglas inoperantes para hacer campaña, que los limitaron en recursos y acceso a la difusión, los candidatos y candidatas se aliaron con quienes contaban con más afiliados o simpatizantes organizados, para garantizar una votación ganadora, y para éstos supieran por quiénes iban a votar, les repartieron “acordeones”, muchos físicos, de papel, y la mayoría por correo electrónico o chats.
Y de ahí surgieron los ganadores. Pero se cometió un delito electoral evidente: indujeron el voto. La elección fue totalmente manipulada.
Casi la mitad de los consejeros del INE estuvieron a favor de anular o repetir, pero una mayoría mínima avaló el proceso. Y ante las impugnaciones, una mayoría de magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación echó abajó la anulación y avaló los resultados.
Ahora, ya triunfadores de la elección con todas las irregularidades detrás, los jueces y magistrados que estaban en los acordeones serán multados. Pero permanecerán en el Poder Judicial, “elegidos por el pueblo”.
Es el nuevo Poder Judicial.