Miles de jóvenes católicos de todo el mundo comenzaron el sábado a congregarse para participar en Roma en una multitudinaria vigilia de oración con León XIV, el punto culminante del Jubileo, el “Año Santo” de la Iglesia Católica, que espera reunir alrededor de un millón de fieles.
Desde temprano en la mañana, miles de jóvenes peregrinos dispuestos a pasar la noche en la intemperie ya se habían instalado, con mantas y colchones, en el amplio espacio abierto del barrio de Tor Vergata, al este de Roma, donde el papa conducirá la vigilia.
Los peregrinos de entre 18 y 35 años, procedentes de 146 países, irán llegando hasta el inicio de la vigilia a las 20H30 (18H30 GMT).
A continuación, pasarán la noche en esta explanada de unas cien hectáreas, donde se han instalado pantallas gigantes, hasta la gran misa de clausura presidida por el papa peruanoestadounidense el domingo por la mañana.
El líder de los mil 400 millones de católicos del mundo, que ya fue recibido como una estrella de rock el lunes por la noche entre vítores en la plaza de San Pedro, llegará en helicóptero a Tor Vergata y se espera que vuelva a saludar a la multitud desde el “papamóvil”.
A continuación, hablará desde un imponente altar de madera de 1.400 m2 instalado para la ocasión, junto a miles de sacerdotes, obispos y religiosos.
La organización del evento supuso un reto logístico extraordinario para las autoridades, con unas 10 mil personas desplegadas, entre policías y agentes de protección civil, y medidas sanitarias —distribución de botellas de agua y pulverizadores— para ayudar a los participantes a soportar el calor del verano romano.