Esto de más, más y más pinta bien. Mejor sumar que restar, mejor ganar que perder, sin embargo, en términos económicos hay “mases” que no son precisamente positivos y “menos” que sí: más ingresos, más recaudación, menos pobreza. En esta ocasión me referiré a los últimos datos, apenas dados a conocer tanto por el INEGI como por la Secretaría de Hacienda, porque son mejores en general, con respecto al año pasado y eso nos puede dar una idea, por ejemplo, de por qué la paridad del peso con respecto al dólar está tan sólida y más bien a la baja a favor de la moneda nacional, a pesar de los constantes embates del vecino del norte. Son buenas y muy buenas noticias.
Voy por partes. El 30 de julio, es decir, el miércoles pasado, ambas entidades difundieron información muy importante que no podemos dejar pasar y que se sumará a la que el 13 de agosto emitirá también el INEGI, relativa a la Pobreza Multidimensional en México, un estudio que antes realizaba el Coneval y se da a conocer cada dos años. Se estima, y ya lo han adelantado algunos analistas financieros, que se confirmarán los datos que emitió el Banco Mundial en 2024 sobre la salida de entre 9.5 y 10 millones de mexicanos de la pobreza en general.
Esto se puede calcular porque el INEGI publicó los resultados de la Encuesta Nacional de los Ingresos y Gastos de los Hogares en México, la famosa ENIGH (dos días había divulgado los relativos a la ENOE, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo que es mensual).
En cuanto a la Secretaría de Hacienda, no sólo fue la emisión de un informe, sino que en conferencia de prensa se compartieron datos sobre la situación económica, las finanzas públicas y la deuda pública al segundo trimestre de este año.
El cúmulo de cifras, comparativos e indicadores puede propiciar que lejos de poner atención, mejor lo dejemos para después, no obstante, es importante conocer estas buenas noticias porque generan confianza y tranquilidad desde para pasar el día a día, simplemente, hasta para invertir o tomar decisiones financieras de las más pequeñas a las más grandes.
¿Qué informó Hacienda? En primerísimo lugar quiero destacar el incremento en la recaudación. Una de las críticas más severas tanto a Andrés Manuel López Obrador como a Claudia Sheinbaum Pardo, es la resistencia para emprender una reforma fiscal. En términos muy básicos, lo que implica una reforma fiscal es aumentar impuestos. Esto no ha sucedido, pero ¿qué sí?
Bueno, al aumentar los niveles de empleo (la tasa de desempleo es de 2.7 por ciento, una de las más bajas del mundo) ha crecido la recaudación del Impuesto Sobre la Renta y del IVA, porque también crece la capacidad de compra y los gastos de las personas.
La recaudación tributaria en términos generales aumentó 8% real anual “la mayor tasa registrada desde 2016 para un primer semestre”. Y el consumo privado repuntó 1.1% en abril aparte de que las ventas de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales, la ANTAD, registró un incremento de 3.2% por trimestre en esta primera mitad de 2025.
Con respecto al desempeño de la recaudación, Hacienda explica que fue “impulsado por una base económica sólida, mejoras salariales y una administración tributaria eficaz que permite financiar con responsabilidad programas sociales e inversión en infraestructura productiva”. Hay que decir que los dos últimos aspectos inciden en el gasto en el mercado interno que se mantiene activo y dinámico; y en la generación de empleo.
El informe de Hacienda detalla que la recaudación por ingresos tributarios fue de 81 mil millones de pesos por arriba de lo programado para el primer semestre. Por concepto de Impuesto Sobre la Renta, se recaudaron 49 mil millones de pesos por encima de lo programado (el aumento es de 7.9% real). En cuanto al IVA, la recaudación fue de 47 mil millones de pesos más que lo previsto (crecimiento de 9.7% real). Cabe decir que los ingresos asociados a las importaciones crecieron 33.2% real, el mayor incremento de este rubro desde que se tiene registro.
Aparte, la recaudación por una mejor administración de las aduanas y por ingresos no tributarios también aumentó. En el primer caso, el incremento fue de 23.7% real anual; y, en el segundo, de 30% real anual, la tasa más alta desde 2020, y superó en 47 mil millones de pesos el monto programado. Y otro hecho económico que repercute en más disponibilidad de recursos públicos para la atención de programas y obras es la reducción en el gasto público que fue de 3.8 por ciento.
Hacienda reportó más datos. El documento está disponible en la página web de la secretaría (http://presto.hacienda.gob.mx/EstoporLayout/estadisticas.jsp); tiene más de 70 páginas, incluye anexos con gráficos e información, por ejemplo, sobre la deuda pública tanto interna como externa.
En cuanto a la ENIGH (https://www.inegi.org.mx/app/saladeprensa/) revela que los ingresos de los mexicanos, en general, se han incrementado de manera importante. Este hecho es resultado de una tendencia que no ha retrocedido por lo menos desde 2018 a la fecha.
En promedio, los salarios (esto incluye el mínimo y otros rangos) han aumentado 30% y, como he señalado antes, se desbarató el mito de que los incrementos salariales perjudicarían a las empresas, se inhibiría la generación de empleos y se dispararía la inflación. Eso no ha sucedido y sí, en cambio, se ha dinamizado y con gran vigor, el mercado interno.
Se estima que casi 10 millones de mexicanos salieron de la pobreza en general; y aparte, se sabe que 11 millones 100 mil mexicanos incrementaron sus ingresos por encima de la línea de pobreza.
Estos dos datos, más la ruptura del modelo que castigaba los salarios de los mexicanos, más los programas sociales (no son dádivas y es dinero que se inyecta al mercado interno, en las empresas más chicas o más grandes –hay siete millones de establecimientos en México–), más el incremento en inversiones productivas con recursos públicos (trenes, carreteras), más el nivel histórico de la Inversión Extranjera Directa desde el sexenio pasado (la tendencia se mantiene), más el crecimiento de los ingresos tributarios sin aumentar o crear impuestos, son datos que confirman un cambio histórico en el modelo económico de México con un mejor reparto de la riqueza (esa eterna promesa que no se cumplió por décadas) y un foco claro en la gran meta de reducir los niveles de desigualdad.
Esto no quiere decir que no haya pendientes, por ejemplo, trabajo e ingresos por género; las mujeres estamos en franca desventaja y si bien hay crecimiento en varios indicadores, es marginal y lento. Aparte, ya veremos qué indica el estudio sobre la pobreza multidimensional con respecto los diferentes tipos de pobreza, sin embargo, desde ya se puede decir que urge acelerar el paso para atajar la pobreza extrema en todas sus categorías. Para los rezagos que acumulamos por décadas en México es mucho lo que falta, pero también es notable e histórico el terreno recuperado en tan poco tiempo (siete años), pandemia y Donald Trump de por medio.