La decisión de la fiscal general, Pam Bondi, cierra así la posibilidad de que en caso de que Mayo Zambada, de 77 años, se siente en el banquillo de los acusados, pueda ser punible con la pena capital
La fiscalía estadounidense descartó pedir la pena de muerte para Rafael Caro Quintero e Ismael “Mayo” Zambada, este último, acusado de narcotráfico en una corte de Nueva York, informaron fuentes judiciales este martes.
Caro Quintero, de 69 años y uno de los líderes del extinto cártel de Guadalajara, es acusado de varios delitos, incluido el secuestro y asesinato del agente de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) “Kiki” Camarena en 1985.
“El gobierno presenta respetuosamente esta carta para informar al tribunal y a la defensa que la fiscal general ha autorizado e instruido a esta oficina a no buscar la pena de muerte contra el acusado Ismael Zambada García”, señala el oficio del fiscal del Tribunal del Distrito Este de Brooklyn, Joseph Nocella.
La decisión de la fiscal general, Pam Bondi, cierra así la posibilidad de que en caso de que Mayo Zambada, de 77 años, se siente en el banquillo de los acusados, pueda ser punible con la pena capital.
Zambada, fue detenido el 25 de julio de 2024 en suelo estadounidense tras llegar en un pequeño avión en compañía de Joaquín Guzmán López, un hijo de su exsocio Joaquín “Chapo” Guzmán.
El acuerdo de extradición entre México y Estados Unidos excluye la pena de muerte.
Zambada dijo haber sido víctima de una emboscada y engañado por Guzmán López, conocido también como “Chapito”, para ser traído a la fuerza a Estados Unidos a cambio de ventajas judiciales para él y sus hermanos, cuyos casos se instruyen en un tribunal de Chicago, Illinois.
El pasado 14 de septiembre, Zambada, se declaró no culpable de los 17 cargos de los que le acusa la justicia estadounidense, entre ellos asesinato y tráfico de armas y drogas, en particular el fentanilo, un poderoso narcótico 50 veces más potente que la cocaína, causante de decenas de miles de muertes al año en Estados Unidos por sobredosis.
México ha reclamado la extradición de “El Mayo”, cuya captura desató una guerra interna en el cártel de Sinaloa que ha dejado cientos de muertos.