Enfrenta el juicio en libertad luego de colaborar con el FBI y testificar contra su exmánager
El cantante Gerardo Ortiz aceptó su culpabilidad en un proceso judicial en Estados Unidos tras haber realizado transacciones financieras con una empresa relacionada a un grupo criminal con presencia en Jalisco. A pesar de ello, enfrenta el juicio en libertad luego de colaborar con el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y testificar contra su exmánager, José Ángel del Villar.
De acuerdo con documentos judiciales, Ortiz participó en una red de lavado de dinero a través de conciertos realizados en México en 2018, organizados por Del Records. El cantante aseguró que fue presionado para continuar con los eventos, aun cuando el FBI ya le había advertido sobre los posibles vínculos con el crimen organizado. Al llegar a un acuerdo con la fiscalía, pagó una fianza de 10 mil dólares y se comprometió a cooperar con las autoridades.
El testimonio de Ortiz ha sido considerado clave en el juicio contra Del Villar, quien fue declarado culpable de 11 cargos, incluyendo violaciones a la Ley Kingpin, conspiración y transacciones ilícitas. A diferencia de Ortiz, Del Villar no colaboró con las autoridades y será sentenciado el 15 de agosto de 2025. La fiscalía solicitó una pena de seis años y medio de prisión y una multa de 300 mil dólares.
Gerardo Ortiz, por su parte, continúa con su carrera artística. Tiene programado un concierto el 23 de noviembre en Texas, apenas cuatro días después de su audiencia de sentencia en la corte federal de Los Ángeles, prevista para el 19 de noviembre de 2025.
El expediente judicial, al que tuvo acceso el periodista Ángel Hernández, indica que Ortiz fue representado por un despacho especializado en acuerdos con el gobierno estadounidense. Según el cantante, su participación en los conciertos señalados ocurrió bajo presión de su entonces productor, pese a las advertencias del FBI. Su testimonio, según la fiscalía, será considerado al momento de dictar sentencia.
Actualmente, Ortiz permanece en Estados Unidos y, según la información recabada, ya no regresaría a México por razones de seguridad. Uno de sus excolaboradores, Jesús Pérez Alvear, fue asesinado en la Ciudad de México en 2024 tras haber sido vinculado también con actividades relacionadas al crimen organizado.