Tenemos semáforos en retroceso. Tal vez viva en una zona conflictiva, o me muevo por rumbos problemáticos, o simplemente sea mala suerte, pero en semanas recientes me he encontrado avenidas convertidas en embudos, o en calles con tráfico más que lento debido a la mala sincronización de los semáforos, o de plano a que esos dispositivos están simplemente apagados.
Mi ejemplo más cercano es el cruce de las avenidas Américas y Patria. Cualquiera que baje en automóvil por esa vía desde Zapopan Centro hacia Guadalajara vivirá una pesadilla a vuelta de rueda debido a que las frecuencias de paso de los diferentes semáforos en el cruce de las dos avenidas mencionadas, simplemente no agilizan el tráfico.
Y cuando me topo con una calle o avenida con problemas similares, de inmediato recuerdo que justo el 6 de agosto de 2020, el gobierno estatal presentó de manera oficial el Sistema Inteligente de Gestión de la Movilidad (SIGA), “con la finalidad de transformar de manera integral la movilidad de la ciudad con un enfoque sustentable y digitalizado, el cual ayudará a reducir la emisión de contaminantes y el tiempo de traslado de las personas”, según la explicación oficial de hace cinco años.
El programa SIGA contaba con una bolsa de 449 millones de pesos, y se aplicaría a “20 corredores principales de la metrópoli”.
Mi memoria me trae a la mente la realidad de entonces: comenzaron a notarse mejoras en los semáforos, y mejoras en la agilización del tráfico, algo en lo que coincidían conmigo conocidos con los que comentaba del tema.
Pero algo pasó y esa agilidad comenzó a perderse. Hace un par de semanas, al cruzar por unos semáforos apagados en López Mateos, alcancé a ver camionetas rotuladas con los logotipos del programa SIGA trabajando en el sitio, lo cual me hace pensar que cinco años después el programa se mantiene, aunque tal vez las fallas vengan por otro lado. ¿Poca atención y mantenimiento? ¿Menos recursos económicos?
Por un lado, queremos una ciudad con menos contaminación, y por el otro atoramos la vialidad. Dejando fuera la posibilidad de mi mala suerte, considero que las autoridades deberían revisar el tema de la sincronización.