Con la finalidad de reconocer a mujeres que han impactado de manera positiva en la sociedad, en febrero del año 2024 las regidoras Naraly Gonzalez y Melina Alatorre presentaron ante el pleno de Zapopan un punto de acuerdo para fomentar el cambio o adición de nomenclaturas de espacios públicos del municipio con nombres de mujeres sobresalientes.
El primer espacio público en recibir este reconocimiento fue la unidad deportiva ubicada en la colonia Parques del Auditorio, rebautizada como “Olimpia Coral Melo”. El pasado 8 de julio se celebró su aniversario con una jornada de capacitación y sensibilización dirigida a funcionarias, funcionarios y ciudadanía en general. La Unidad lleva el nombre de Olimpia en honor a su incansable lucha.
Activista y defensora de los espacios digitales, fue la impulsora de la Ley Olimpia, una legislación mexicana —ya replicada en países como Estados Unidos, Argentina y Panamá— que busca proteger a las personas de delitos digitales como la difusión no consentida de imágenes íntimas, el acoso en línea y la publicación de contenido sexual sin autorización.
Olimpia y el movimiento que lidera trabajan para frenar la violencia y la vulnerabilidad en el entorno digital, especialmente hacia mujeres y niñas. En días recientes, dos hechos han recordado la relevancia de esta lucha: la difusión de videos íntimos, primero de la celebridad mexicana Wendy Guevara y después de dos policías dentro de una patrulla. Ambos casos implican la divulgación de contenido sexual sin consentimiento. Gracias a mujeres como Olimpia, hoy esto es un delito, y quienes lo cometen pueden enfrentarse a un juicio para ofrecer justicia a las víctimas.
Aunque las circunstancias de estos casos sean distintas, es fundamental recalcar que nada justifica el linchamiento mediático ni la violación a la intimidad de las personas afectadas. En Zapopan sabemos que no basta con sancionar a las y los agresores. Nombrar una unidad en honor a esta causa contra la violencia digital es un paso para visibilizar y concientizar sobre un problema que nos involucra a todas y todos. Como internautas, tenemos responsabilidad: replicar notas tendenciosas que revictimizan o difundir material íntimo sin consentimiento nos convierte en parte del problema.
En un mundo cada vez más digitalizado, debemos condenar estas prácticas y a quienes las cometen. Como bien señalaron las Defensoras Digitales en un reciente comunicado, “la libertad de expresión nunca debe dañar la dignidad humana”. Nombrar espacios con el nombre de mujeres que transforman realidades es más que un homenaje: es un recordatorio de que la lucha contra la violencia digital nos compete a todas y todos.
Cada vez que pasemos frente a la unidad deportiva Olimpia Coral Melo, recordemos que en nuestras manos —y en nuestras pantallas— está la capacidad de respetar, proteger y construir un entorno digital libre de violencia.