La magistrada casitas y la justicia VIP
Una vez más, la magistrada Paloma Romana Magallanes de la Rosa –mejor conocida como “la magistrada casitas”, presidenta de la Sexta Sala del Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de Jalisco– volvió a hacer de las suyas con el patrimonio medioambiental de los jaliscienses, convirtiéndose de nueva cuenta en la llave maestra para abrir el camino a la voracidad inmobiliaria, en una de las áreas de protección ecológica más vulnerables de la metrópoli.
Recientemente ordenó al Ayuntamiento de Zapopan otorgar permisos para la construcción de 17 mil viviendas sobre el corredor Colotlán, una zona reconocida como de conservación ecológica y de gran importancia hídrica para el Norte de la ciudad. Cualquier persona con un mínimo de responsabilidad entendería lo que esto implica: una amenaza para el entorno ambiental en forma de 65 mil habitantes más, 34 mil automóviles adicionales, agua comprometida, infraestructura colapsada y servicios públicos rebasados. Lo que está en juego no es un simple trámite administrativo, es la sostenibilidad misma de la ciudad.
Este no es un caso aislado. Apenas en junio, la misma magistrada avaló el proyecto inmobiliario “El Dosel”, construido sobre un cauce en el polígono del Bosque El Nixticuil, una de las reservas más importantes del Norte de la metrópoli. Con una simple sentencia, consideró que no había afectaciones al interés público y medioambiental, y ordenó levantar los sellos de clausura aplicados por la autoridad, favoreciendo a una empresa privada y abriendo la puerta a la destrucción de un ecosistema clave para la recarga hídrica, algo que el Área Metropolitana de Guadalajara no puede darse el lujo de perder.
Las resoluciones de la magistrada casitas se colocan del lado del negocio inmobiliario, nunca del interés colectivo. Ha disfrazado de legalidad el hurto de la ciudad, con sentencias fabricadas a la medida para el intercambio de cemento donde había zonas verdes. Frente a esto, no se puede permanecer inmóviles, hay que reaccionar con toda firmeza.
La semana pasada informé que instruí a mi equipo jurídico que prepare todos los instrumentos legales necesarios con el fin de revertir estas decisiones y ponerle un alto a esta magistrada corrupta que solo hace justicia VIP, porque a la depredación inmobiliaria y sus cómplices se les combate con justicia verdadera. Y lo he planteado en distintos espacios: es momento de impulsar una reforma profunda al Tribunal de Justicia Administrativa, quitarle las atribuciones que han sido utilizadas para favorecer intereses oscuros y avanzar hacia un modelo de justicia climática real, que realmente proteja a las generaciones presentes y futuras de Jalisco.
Nuestra vocación medioambiental es irrenunciable y no vamos a permitir que la corrupción se disfrace de justicia, mucho menos si atenta en contra de nuestro patrimonio natural. Aquí, la magistrada casitas se topó con pared.
