Si hablamos del Bosque de Los Colomos, hablamos de vida. No es un simple parque, es una de las áreas hidrológicas más importantes del Área Metropolitana de Guadalajara. Este espacio en pleno corazón de la metrópoli, otorga servicios ambientales vitales para la capital de Jalisco y la ciudad de Zapopan, como por ejemplo, el agua que sale de las llaves de nuestra casa; de ese tamaño es su valor, pero contrario a esto, se encuentra amenazado una vez más, por la voracidad inmobiliaria.
Aunque el exgobernador Aristóteles Sandoval le otorgó la declaratoria de área de conservación hidrológica –una declaratoria de Área Natural Protegida– para blindar este espacio de los intereses inmobiliarios, su alto valor económico es una tentación para muchos, pues ocupa una gran extensión territorial en la zona de más alta plusvalía del Occidente de México, donde el metro cuadrado ronda los 3 mil 560 dólares, lo que equivale a 67 mil pesos mexicanos.
Pero las luchas por Colomos han sido históricas: en otra extensión de este espacio natural se encuentra Colomos III, hoy Bosque Pedagógico del Agua, Ahí también realizamos una férrea defensa, pues nuevamente se encontraba amenazado por el crecimiento vertical de la zona; pero fue gracias a nuestra lucha y al compromiso de Aristóteles Sandoval, que un espacio lleno de manantiales y acuíferos que estaba condenado a convertirse en torres de lujo, hoy sean 12 hectáreas de Área Natural Protegida.
Y, sin embargo, lo de hoy raya en lo absurdo: pese a la crisis hídrica que vive la Zona Metropolitana, las oleadas de calor y las caóticas inundaciones, un grupo inmobiliario pretende construir una torre de 15 niveles, en una zona de recarga de mantos acuíferos, ¿qué es esto si no un suicidio medioambiental? Pese a lo irracional del asunto, el caso se encuentra en el Tribunal de Justicia Administrativa, el mismo que avaló la construcción de 17 mil viviendas en un área de conservación en Valle de Los Molinos a través de la Magistrada “Casitas”.
En estos tiempos en los que la constante ha sido disfrazar de progreso lo que en realidad es depredación –para muestra el Tren Maya y la tala de 10 millones de árboles en el Sureste mexicano– Jalisco no escapa de esa realidad. Muy distinto a cuando gobernaba el PRI, por ejemplo: de las 11 Áreas Naturales Protegidas Estatales que existen en nuestra Entidad, siete fueron decretadas por el Partido Revolucionario Institucional, a diferencia de Movimiento Ciudadano, que sólo ha declarado dos; esa es la diferencia entre un gobierno con vocación y uno sin idea de lo que hace.
Para el caso, a Colomos ya lo defendimos en el pasado, y lo vamos a volver a hacer en el presente, porque el agua no se negocia y los bosques no están en venta, son de Jalisco y sus habitantes. Si queremos futuro, primero hay que proteger con valentía lo que nos da vida, y para eso, aquí está el PRI; en próximas horas anunciaremos las acciones que llevaremos a cabo las y los priístas.