Me los imagino en la maquinación de la emboscada: la reunión, la idea genial, la preparación del terreno, los acomedidos y los propósitos, más que perversos, estúpidos, con la convicción –como siempre– de que la gente no sabe, no se entera, es ignorante y manipulable. Casi podría apostar que alguno dijo que era el fin de Gerardo Fernández Noroña y hasta del partido Morena.
La oposición en México, un nombre que les queda grande sin duda, es una desgracia. Lo he dicho antes muchas veces, hoy lo reitero: se necesita una oposición responsable, que proponga, que diseñe e impulse un proyecto de nación para los millones de mexicanos que no se sienten representados con el actual gobierno. Y esa sería sólo una parte, muy importante, pero una parte.
La otra sería que escucharan justo a los que sí se sienten representados; y con argumentos, datos, un trabajo legislativo real, llevar adelante sus ideas precisas y plausibles a favor de México y de los mexicanos. Pero no, no aprendieron nada de su papel deplorable en la administración pasada cuando se concentraron en los hijos del presidente y en la casa gris, asuntos que reciclaban y reciclaron durante todo el sexenio.
No les funcionó ni tantito pero siguen en la misma línea, con el discurso de la destrucción de México y que si Venezuela y que si Cuba. Es una vergüenza. Bien sentados y sentadas en sus curules, a las que llegaron por la vía plurinominal, la mayoría, con sus sueldos y prestaciones de lujo, desperdician una oportunidad histórica y garantizan sus próximas derrotas electorales. Ni uno se salva.
Era para que, desde hace seis años o más, estuvieran construyendo una candidatura sólida, competitiva y, por supuesto, que se dedicaran a trabajar, en serio, en un proyecto de nación. Hace por lo menos un lustro que escribo y escribo sobre esto. Ya vi que no hay manera y se confirmó con el espectáculo del miércoles de la semana pasada que no sólo llamó la atención en México sino en todo el mundo. Qué vergüenza.
Primero fue la entrevista que Lily Téllez, la experiodista, concedió al medio Fox News de Estados Unidos, denostador profesional de México y los mexicanos y de nuestro gobierno. Luego el invento de que era perseguida. La “legisladora” sigue en su curul con megáfono en mano aunque no se ha sabido que haya presentado una sola iniciativa de ley. Nadie la está persiguiendo, no es persecución afirmar que actuó como los entreguistas y colaboracionistas del siglo XIX.
Entonces la dizque oposición sale en su defensa, principalmente el PRI que todos conocemos y recordamos muy bien, incluso las nuevas generaciones… contra todo pronóstico. El partido del que ahora forma parte Téllez, ni siquiera, apenas balbuceantes, cantinflescas y débiles argumentos en tribuna, más que para defenderla, para mantener la mentira de la persecución y señalar al gobierno.
Y luego, cuando se clausurarían los trabajos de la Comisión Permanente, la vuelta al recurso ofensivo, el discurso dirigido a “las familias mexicanas” (por favor, como si de verdad le importaran), la victimización, el drama sobre acusaciones, reclamos ficticios y ni siquiera bien construidos, hay chistes mucho más ingeniosos; y las ofensas (“hijos de Victoriano Huerta”). Casi para cerrar el plan “genial” y truculento, ya todos lo saben y lo vieron, la emboscada evidente, burda, y la violencia. Tienen la seguridad de que el “pueblo ignorante” creerá la patraña de que el presidente de la mesa directiva fue el que empezó.
La “manifestación” de Alejandro Moreno, dirigente del PRI y senador plurinominal (¿dónde está Xóchitl, por cierto?) y luego las mociones de ilustración durante la sesión extraordinaria convocada para condenar “la cobarde y grupal agresión” que seis legisladores federales del PRI “organizaron, planearon e instrumentaron con alevosía y ventaja, en contra del senador presidente de la Comisión Permanente, Gerardo Fernández Noroña”. Cuando le tocó el turno, Moreno se dirigió “a la comunidad internacional” y, la verdad, aunque él se refería al presidente de la mesa directiva, en realidad se describió: “un mentecato buscapleitos, desequilibrado, un patán que ha puesto al Senado mexicano en la mayor vergüenza en la historia de nuestro país”. Con contadísimas y honrosísimas excepciones: el PRI siendo el PRI aunque empeorando. Cosa curiosa, ningún legislador panista subió a tribuna.
Todavía creen y repiten que ellos son las víctimas, pero después de este plan “genial”, queda claro que les salió el tiro por la culata y bien, porque además de que perdieron adeptos, ganaron críticas y enojaron a quienes quieren una oposición de verdad, lograron que se cerraran filas en Morena, con todo y sus broncas internas que no son menores ni fáciles de resolver. Qué desastre. Seguramente creen que la comunidad internacional es tonta y se tragará el cuento de que ellos son las víctimas.
Difícilmente la “oposición” en México se va a recomponer. Creen que pueden manipular, desinformar, armar y pagar campañas en redes sociales, reciclar cuestionamientos que no han llegado a nada; creen que les creemos en México y el mundo, en lugar de trabajar como oposición realmente. Luego que por qué.