Hace unos días cuestionaron a uno de los tapatíos que más orgullo nos hace sentir, el cineasta Guillermo del Toro, si le temía a la Inteligencia Artificial, y respondió que le preocupaba más la “estupidez natural” porque era más abundante.
Estas palabras de un ser humano muy creativo que nos ha dado grandes lecciones a través de sus obras cinematográficas, no solo nos regaló una frase potente sino muy certera y que nos pone a reflexionar sobre nuestra coyuntura nacional.
El pasado 01 de septiembre, la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, presentó su primer informe de gobierno, del cual no hubo mucho eco, pues los reflectores se los llevó la toma de posesión de los ministros de la Suprema Corte.
Es la triste realidad que supera a la ficción, pues en las películas de Del Toro vemos más lecciones de humanismo que en la falsa transformación de la 4T.
Con el pretexto de estar del lado “del pueblo”, la política nacional guinda no ha sido mas que una novela de doble discurso pues, por un lado vemos los excesos de los morenistas con viajes ostentosos y las propiedades de Noroña, quien además protagonizó un escándalo de lo más triste y vergonzoso.
En el Gobierno de Guadalajara que encabeza nuestra presidenta Vero Delgadillo, lo que buscamos es justamente no perder la inteligencia, pero no artificial, sino emocional, y que la firmeza y el rigor con el que se toman las decisiones lleven también su dosis de empatía y humanidad.
El centrar las políticas públicas en las y los ciudadanos ha sido el sello que desde el primer día de este gobierno de Guadalajara ha querido imprimir nuestra presidenta y que nos inspira y motiva para que, cada acción, sea pensada en las y los tapatíos.
En nuestro proyecto político esas han sido nuestras banderas: dejar atrás la vieja política y hacer gobiernos ciudadanos cuyas prioridades sean las de la gente, de verdad y no solo como retórica.
En unos días será el turno de nuestra presidenta de presentar su primer informe de este gobierno en el que, desde el primer día, demostró que se puede tener liderazgo, inteligencia y humanidad en la política y en el servicio público.
Porque queremos ser referente del buen gobierno, con resultados y sobre todo con políticas públicas sustentadas en lo que las y los ciudadanos necesitan, con buenos servicios públicos, eficientes y de calidad, con una estrategia de seguridad de proximidad y sobre todo, para demostrar que Gobernar es cuidar.