La reunión del miércoles de esta semana entre la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo y el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ayudó a pavimentar una parte de la compleja relación que vive el gobierno de la república con la administración de Donald Trump, y también tranquilizó las aguas que la oposición en nuestro país insiste en agitar con la intención de que sean las “barras y las estrellas” quienes vengan a “rescatar” a la extraviada oposición nacional.
En sentido contrario a lo que pronosticaban, incluso deseaban, partidos de oposición y comentócratas bien “informados con fuentes cercanas” (¿cercanas a dónde?), la reunión se dio en un marco de respeto y reconocimiento lo que permitió alcanzar acuerdos importantes. En ese sentido, se dio a conocer el Memorándum de Entendimiento en materia de seguridad donde se estableció la colaboración conjunta para “desmantelar” a los cárteles de las drogas, atender la migración irregular y garantizar una frontera segura. Asimismo, se informó de la puesta en marcha de un grupo de “alto nivel” que se reunirá regularmente para darle seguimiento a lo pactado.
La presidenta Sheinbaum Pardo, como lo ha venido manifestando desde octubre del año pasado, dejó en claro los cuatro ejes de la cooperación con el gobierno estadunidense: reciprocidad, confianza mutua, respeto a la soberanía e integridad territorial, y responsabilidad compartida y diferenciada.
Por su parte, Marco Rubio bajó el tono amenazante del inquilino de la Casa Blanca y no hizo referencia al intento de Washington de enviar marines a México para detener narcotraficantes como pronosticaban algunos actores políticos en ambos lados de la frontera, también dejó de lado los señalamientos que Trump ha lanzado desde la Oficina Oval para insistir en el supuesto “miedo” que tiene la presidenta para enfrentar a los grupos criminales.
Contrario a todo ello, el encargado de la política exterior estadunidense reconoció las acciones del gobierno mexicano para combatir al crimen organizado. En ese sentido, el funcionario fue muy claro al afirmar que: “No hay gobierno en este momento que esté cooperando más con nosotros en la lucha contra la criminalidad que el de México. Nunca en la historia de ambos países hemos visto el nivel de cooperación que tenemos ahora, la cual respeta la integridad y la soberanía de ambos países, pero que al mismo tiempo ha dado resultados concretos”.
Así las cosas, para lamento de algunos no hubo ruptura, ni pleito, ni acusaciones, menos la petición de “cabezas” mediáticamente favorables; lo que sí escuchamos fueron elogios y compromisos. Por supuesto, ahora es necesario conocer con claridad los términos en los cuales se concretará el Memorándum de Entendimiento para tener en claro los alcances e implicaciones para nuestro país, lo que incluye, desde luego, saber a qué acciones se comprometieron ambas naciones.