Actualmente, las fuerzas rusas ocupan cerca del 20% del territorio ucraniano y mantienen como condición que Kiev renuncie al apoyo de sus aliados occidentales
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró que está dispuesto a imponer más sanciones contra Rusia, después de que Moscú lanzara su mayor ofensiva aérea contra Ucrania desde el inicio de la guerra.
Durante la madrugada del domingo, una serie de ataques con drones y misiles dejó al menos seis personas muertas en diferentes regiones de Ucrania. En Kiev, un incendio alcanzó la sede del gobierno, aunque las autoridades confirmaron que no hubo víctimas en el edificio. Los servicios de emergencia informaron que el fuego fue controlado horas después.
Trump dijo a periodistas en la Casa Blanca que no está “feliz” con lo ocurrido y, al ser cuestionado sobre si considera más sanciones contra Moscú, respondió: “Sí, lo estoy”.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, pidió una reacción firme de Estados Unidos y de sus aliados. En un mensaje difundido en redes sociales, señaló que “es importante que los aliados reaccionen de manera global a este ataque” y advirtió que las acciones rusas solo prolongarán el conflicto.
De acuerdo con la fuerza aérea ucraniana, el ataque incluyó más de 800 drones y 13 misiles, lo que lo convierte en la operación aérea más grande de Rusia desde febrero de 2022. Entre las víctimas en Kiev se encuentran una madre y su hijo de dos meses, en un edificio residencial del oeste de la ciudad. Más de 20 personas resultaron heridas, entre ellas una mujer embarazada que tuvo un parto prematuro tras el bombardeo.
Zelenski informó que habló del ataque con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien reiteró su apoyo a Ucrania. En un mensaje en la red social X, Macron condenó la ofensiva y señaló que Rusia “se encierra cada vez más en la lógica de la guerra y el terror”.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, indicó que Washington está preparado para “aumentar la presión sobre Rusia”, aunque subrayó que requieren coordinación con los socios europeos. El primer ministro británico, Keir Starmer, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también condenaron los ataques.