Actualmente, Joaquín García cumple una condena de más de 16 años en una prisión de California tras declararse culpable en 2022 de abuso sexual de menores
El líder de la iglesia La Luz del Mundo, Naasón Joaquín García, enfrenta una nueva acusación federal en Nueva York por conspiración de crimen organizado y tráfico sexual. La investigación apunta a que durante décadas se utilizó la estructura religiosa de la congregación para cometer abusos sexuales contra niñas, niños y mujeres, así como para encubrir las agresiones.
Actualmente, Joaquín García cumple una condena de más de 16 años en una prisión de California tras declararse culpable en 2022 de abuso sexual de menores. La nueva acusación incluye también a su madre, Eva García de Joaquín; su sobrino, Joram Núñez Joaquín; el apoderado legal de la iglesia en México, Silem García Peña; y dos colaboradoras, Rosa Sosa y Azalea Rangel Meléndez.
Las autoridades estadounidenses informaron que García fue puesto bajo custodia federal en California. Su madre fue detenida en Los Ángeles y su sobrino en Chicago. Mientras que, Sosa, Rangel y Silem García permanecen prófugos y se cree que están en México.
De acuerdo con la acusación, los señalados operaban como parte de una organización criminal denominada “Empresa Joaquín – LLDM”, que usaba la influencia espiritual para coaccionar a miembros de la congregación. Entre los delitos documentados se encuentran:
La fiscalía indicó que los acusados también presionaron a víctimas para firmar declaraciones falsas y difundieron sermones en los que se desmentían los abusos, reforzando la idea de que dudar del “apóstol” era un pecado.
La Luz del Mundo, fundada en 1926 en Guadalajara, ha sido dirigida por tres generaciones de la familia Joaquín. Según las pesquisas, los abusos comenzaron desde el liderazgo de Eusebio Joaquín González, continuaron con Samuel Joaquín Flores y se extendieron hasta Naasón Joaquín García, quien sigue siendo reconocido como líder por la congregación, incluso desde prisión.
El fiscal federal Jay Clayton declaró que los acusados “explotaron la fe de sus seguidores para intimidar y coaccionar a las víctimas”, mientras que el jefe de Investigaciones de Seguridad Nacional en Nueva York, Ricky J. Patel, señaló que los cargos son resultado de una pesquisa que se extendió por años e incluyó el testimonio de víctimas en distintas partes del país.