El tiempo de un campeón

Noche triste para el boxeo mexicano. El gran campeón Saúl “Canelo” Álvarez perdió su tercera pelea en su larga carrera como boxeador profesional, pero no se trata del cómo o contra quien, se trata del paso del tiempo y de la dedicacion y de la concentración y de tantas cosas que han llevado al mexicano a ver cómo se diluye su corona y jetatura en uno de los deportes más vistos en México y el mundo.

Vimos a un campeón sin luz, incluso pareciera que su derrota la hubiera planeado. Ni televisión abierta para nuestro país. Su transmisión sólo en plataforma, nunca antes visto en todas sus peleas, ni canción mexicana para su presentación rumbo al ring, ni Himno Nacional Mexicano para su combate. Hoy el gran campeón no se veía seguro, confiado, ni antes, ni durante y mucho menos después de su combate.

Quienes hemos cubierto sus peleas durante toda su carrera, sí, toda su carrera, desde su primer combate en el Auditorio Benito Juárez, en la Arena Coliseo, en la Arena VFG, en el Estadio Akron, hasta en Tepic y en otras entidades del país; en Las Vegas o en las lejanas tierras orientales, notamos rasgos de un campeón que se está despidiendo de su corona, de sus cinturones, de sus hazañas, de sus pasiones por esta disciplina que lo ha llevado a ganarlo todo; y en ese todo está el ser empresario, en donde también ha dado grandes golpes y conseguido victorias brillantes, pero eso precisamente lo ha alejado del boxeador, de los entretenimientos, del silencio, de la humildad del trabajo discreto y profundo, y no me refiero a dejar de ser el gran profesional, pero sí a distraerse del cien por ciento de su reinado en el boxeo.

Si “Canelo” quiere seguir en el boxeo tendrá que resetearse, reinventarse y aunque sabe que lo ha conseguido todo y lo tiene todo (fama, dinero, poder y mucho más), ahora no tiene sus títulos. Ahora tendrá que convertirse en retador y dejar en el olvido la posición de campeón; hoy “Canelo” tiene que enfocarse y tomar sus propias decisiones, intentarlo otra vez y demostrar que el campeón no ha muerto, o dejar de insistir y no arrastrar su prestigio y legado, ese que ha conquistado a grandes y chicos, a propios y extraños, a los suyos e incluso a los detractores de siempre. Por eso “Canelo”, si vuelves a subir a un ring, que sea para ganar, para levantar la mano y volver a hacer vibrar a los mexicanos. Es cierto que una derrota no te define, pero sí es una realidad que el tiempo no se va sin consecuencias y más si decides tomar otro deporte, porque recuerda que al que dos amos sirve, con uno queda mal.
Cuando perdiste con Floyd esa noche, convertiste tu derrota en tu gran victoria. Ahora tienes tú la gran decisión…