Con motivo del Desfile Militar del 16 de Septiembre, el almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles, secretario de la Marina mexicana, tomó la palabra en una coyuntura especial y aseguró que el escándalo de corrupción en el que han sido descubiertos notables integrantes de la institución ha sido “muy duro de aceptar”, pero hubiera sido “absolutamente imperdonable callarlo”. El titular de la Marina aseguró que la corrupción “no encontró lugar ni abrigo” con ellos.
El caso de la multimillonaria corrupción denunciado públicamente por el secretario de Seguridad del país, Omar García Harfuch el pasado 7 de septiembre, dejó en evidencia a la Marina y a las Fuerzas Armadas del país.
Primero el fiscal de la república, Alejandro Gertz, y después la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, intentaron minimizar lo sucedido al asegurar que el anterior secretario de la Marina, José Rafael Ojeda Durán, denunció personalmente la corrupción que involucró a sus sobrinos políticos Manuel Roberto y Fernando Farías Laguna. Pero el descrédito y los hechos son más potentes que los discursos.
Por eso, la Marina está en una crisis interna.
Al paso de los días se ha calculado que el “huachicol fiscal” le ha costado a las finanzas nacionales miles de millones de dólares.
También ha evidenciado que había conocimiento en el gobierno federal de las irregularidades en las que participaban los integrantes de la Marina, empresarios y directivos de Aduanas, al menos durante los dos últimos años del gobierno del ex presidente Andrés Manuel López Obrador… y no se hizo nada.
Adicionalmente, se ha filtrado a los medios de comunicación que José Rafael Ojeda no sólo no frenó a sus sobrinos, sino que encabezó una serie de castigos a quienes los denunciaban, y se mantuvo en la línea de concederles ascensos en la estructura de la institución.
Y claro, no puede aceptarse como “coincidencia” que dos integrantes de la Marina, Abraham Jeremías Pérez Ramírez y Adrián Omar del Ángel Zúñiga, hayan muerto precisamente después de las denuncias y detenciones presentadas por el secretario de Seguridad, el primero en un suicidio y el segundo en un accidente durante un ejercicio de tiro en Sonora. Los dos ejercían cargos directivos en aduanas en Altamira, Tamaulipas, y Manzanillo, Colima, respectivamente.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha rechazado públicamente que haya una trama de corrupción de ese tamaño e intenta exculpar a José Rafael Ojeda y al ex presidente López Obrador. A ella se le une el fiscal Alejandro Gertz Manero. El secretario García Harfuch se limita a informar de las acciones legales y las investigaciones.
Pero ante el país y ante los integrantes de la Marina, el almirante Morales Ángeles sabe que los discursos políticos no serán aceptados. Por eso, ayer durante el Desfile Militar del aniversario de la Independencia, intentó lavar la profunda y negra mancha de la corrupción.