La independencia con mirada de mujer
¿Por cuántos años la tradición del Grito de Independencia consistió en hombres acompañados de hombres, lanzando consignas de la grandeza de otros hombres del pasado? ¿Y el papel de la mujer? Presente sólo para la prensa “rosa”, que evaluaba la moda y la estética. Ese ritual obsoleto quedó en el pasado. Ahora sí, por fin, ¡la conmemoración de nuestra Independencia ya no tiene género, es para todas y todos!
Estoy segura que este 15 de septiembre, por la noche, no fui la única que quedó gratamente sorprendida con la nueva ceremonia del 215 Aniversario del Grito de la Independencia, en la Plaza de la Constitución de la Ciudad de México. Digo nueva ceremonia porque la conmemoración contó con todos los elementos tradicionales más un detalle nuevo, extraordinario: por fin se dio voz y participación a las mujeres. Y no solo me refiero a la intervención de nuestra presidenta, la Doctora Claudia Sheinbaum, sino al papel de las mujeres en la conmemoración, tanto en el fondo como en la forma.
Una banda presidencial confeccionada a mano por mujeres de las Fuerzas Armadas de México, seis mujeres cadetes del Heroico Colegio Militar que escoltaron al Lábaro Patrio hasta entregárselo en la mano a una mujer, madre, abuela, científica y humanista que, al mismo tiempo, es presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos y comandanta suprema de las Fuerzas Armadas.
Pero faltaba lo mejor: las arengas de la Presidenta Sheinbaum: los “¡vivas!” a Josefa Ortiz Téllez-Girón, Leona Vicario, Gertrudis Bocanegra y Manuela Molina “La Capitana” (¡cuántos nombres trascendentales para la historia enterrados entre siglos de machismo!). Y le siguieron sonoros “vivas” a las heroínas y héroes que nos dieron Patria, a las mujeres indígenas y a nuestras hermanas y hermanos migrantes.
Mientras las proclamas salían desde Palacio Nacional, desde la plancha del Zócalo, otras regresaban: “Esta presidenta sí me representa”, “es un honor estar con Claudia hoy”, y “presidenta, presidenta”; ecos de una aprobación del 79 por ciento (Enkoll), reflejo del cariño y la confianza de un pueblo. Sin duda, vivimos un momento histórico, inolvidable, en el que como nunca antes, TODAS y todos nos sentimos mexicanos.
