Jonás

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La Matanza de Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968, se ha convertido en una leyenda de la historia reciente de México, en la que se mezclan sincréticamente –pero no necesariamente en orden– posturas radicales que tienen como bandera simbólica la rebeldía, según lo que a su entender convenga. Lo que ocurrió ayer en la Ciudad de México es la prueba clara y reciente: ¿Quiénes son los integrantes de un grupo denominado “bloque negro” o qué pretenden representar con sus ataques impunes a policías y periodistas, y sus actos de agresión a edificios y mobiliario público?
En ellos, obviamente, no se refleja el espíritu de los estudiantes de la UNAM que tomaban las calles en aquella época de reforma. Ni por asomo aparece el ideario de libertad que proclamaban los intelectuales de la época para dirigir la inconformidad social contra un gobierno autoritario y antidemocrático.
Aquel 1968, podría decirse, fue la semilla de los cambios que con los años, condujeron al país a la apertura política, a una democracia ingenua que no acabó de consolidarse y a la alternancia en el poder que llegó finalmente en el año 2000.
La violencia de ayer en Ciudad de México no tiene nada qué ver con lo que pasaba hace 57 años. Es más una expresión manipulada de las coyunturas políticas que se presumen de transformación histórica.
Paradójicamente, la conmemoración del 2 de octubre que “no se olvida”, se empató con la última reforma avalada por una Cámara de Diputados donde domina una mayoría ganada por la fuerza (aunque ellos aseguran que llegaron por los votos de la mayoría popular), que cambió la Ley de Amparo para “hacer más ágiles los juicios” e “introducir la tecnología”, pero que reduce la fuerza de los ciudadanos ante el abuso de autoridad, y aumenta el poder que ya concentran las autoridades de todos los niveles.
La reforma impulsada por el poder del gobierno federal, rebasó los límites hasta el grado de quebrar el principio de no retroactividad. Hasta que horas después, en su rueda de prensa mañanera, la presidenta Claudia Sheinbaum afirmó no estar de acuerdo. En otra expresión del poder vertical, los legisladores que aplicaron este cambio, ahora deberán corregirlo.
Definitivamente, si los jóvenes y los líderes ideológicos de 1968 estuvieran aquí ahora, se levantarían otra vez en protesta contra el poder que ahora emana de Palacio Nacional. Pero algunos de aquellos que aún viven (Pablo Gómez, por ejemplo), ahora forman parte del aparato de poder y se proponen cambiar el orden de las cosas para prolongar su control y hegemonía.

De aquel 2 de octubre de hace 57 años

La temporada de lluvias de este 2025 pasará definitivamente a los registros de la historia reciente del Área Conurbada de Guadalajara. Ha sido muy abundante y ha causado destrozos en Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque, Tonalá y Tlajomulco. Las lluvias han tomado una veintena de vidas y han causado inundaciones en numerosos municipios del Estado. Y la misma historia puede constarse en la Ciudad de México y muchos estados del país.
Las lluvias están a punto de terminar este año y dejarán detrás una estela de destrucción, varias muertes y aprendizajes forzosos. 
En Zapopan, una colonia que se ha convertido en un foco de inundaciones es La Martinica. Sólo en el actual temporal, han sufrido dos inundaciones y el agua, además de la destrucción de casas y de la propiedad de familias humildes, también cobró dos vidas.
Los análisis sobre las causas y efectos son numerosos, y uno de los señalamientos reiterados es la inviabilidad de que en zonas de crecidas de ríos, se hayan construido casas que de manera directa resultan afectadas. No son pocas las voces que acusan molestia porque las autoridades apoyen con recursos económicos a quienes viven en la zona, “porque no deberían estar ahí”.
Sin embargo, ayer el gobernador del Estado, Pablo Lemus, anunció que en lugar de sacar a los habitantes de La Martinica, se les apoyará también con la construcción de un vaso regulador. 
En una zona de 10 hectáreas, en el Parque Zapopan Sur, muy cerca de La Colmena en la Colonia Miramar, se construirá un gran vaso regulador para contener el agua que a raudales, baja durante las tormentas y provoca los daños de los que estamos hablando.
Los gobiernos de Zapopan y del Estado, apuestan por construir más estructuras para disminuir los daños causados por muchos años de fallas en la urbanización. Pero la lógica es la de ayudar a quienes están más necesitados. En ningún momento, ni Lemus Navarro ni el presidente de Zapopan, Juan José Frangie, han considerado la posibilidad de expulsar o reubicar a los vecinos de La Martinica. 
Si esa opción es viable, debe abordarse con responsabilidad y en plazo de años, a fin de resguardar la seguridad de las personas, sobre todo si se acepta que las lluvias intensas y las crecidas pueden ser repetitivas en cada temporal.
Pero antes de estas soluciones, está el respeto a los derechos inmediatos de las personas que, muy probablemente con desconocimiento y siendo víctimas del abuso de otros, decidieron asentar sus casas y sus vidas en la zona. 
Es, definitivamente, el camino correcto.

Apoyo a los vecinos de La Martinica

En la reciente visita de la presidenta Claudia Sheinbaum a Jalisco con motivo de su primer informe de gobierno (domingo 28 de septiembre), cuando se refirió concretamente a la intervención presidencial en esta Entidad, el anuncio que dominó la atención general fue el compromiso de atender integralmente las carreteras federales de Jalisco. “Me lo han pedido muchísimo”, dijo textualmente.
Ahí, frente a 15 mil personas y el gobernador de Jalisco, Pablo Lemus Navarro, la presidenta le encargó la ejecución de estas instrucciones al secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), Jesús Antonio Esteva Medina. Y confirmó que las obras iniciarán –a solicitud del gobierno jalisciense– en la Carretera 80, que conduce a Autlán de Navarro y a los municipios de la Costa Sur del Estado. La presidente aseguró que si la reparación y rescate de carreteras federales no se había realizado ya, era para esperar a que concluyera el período de lluvias, que impide las obras.
Los aplausos se escucharon largamente en ese momento. Pero, ¿hasta dónde alcanza este anuncio? ¿Al hablar de “rescate” de las carreteras, se refiere a parchar los baches o a la reconstrucción que en muchos tramos se reclama porque las carreteras ya concluyeron su vida útil?
El pasado 22 de agosto, el gobernador Pablo Lemus anunció que durante su sexenio se invertirán 24 mil millones de pesos para dar mantenimiento a la red de carreteras estatales del Estado de Jalisco.
En algunas estimaciones oficiales sobre lo que quiere la red de carreteras federales que en Jalisco suman 2 mil 200 kilómetros, se manejan cifras que van de 16 mil a 20 mil millones de pesos, porque en largos tramos el pavimento está destruido y no basta con colocar más asfalto, sino que se requiere desmontar y reconstruir desde las bases.
En el Proyecto Presupuestal 2026 enviado por el gobierno de Claudia Sheinbaum a la Cámara de Diputados, no aparece ningún presupuesto específico para las carreteras jaliscienses. Y en su visita del domingo pasado, la mandataria no manejó ninguna cifra. Sólo dejó el compromiso y el encargo al secretario Jesús Esteva. 
La realidad sobre la profundidad del rescate a las carreteras estatales se observará en los trabajos que se empiecen a realizar en la carretera 80.
Por lo pronto, es importante destacar por qué es imprescindible una buena red carretera: Porque es por vía terrestre que se trasladan las mercancías de todos los municipios jaliscienses que han convertido al Estado en uno de los mayores productores agrícolas y pecuarios del país, y porque sustentan además del transporte de mercancías que llegan hasta los Estados Unidos y soportan el paso de transporte en el Corredor del Pacífico. 
Esto, además de la seguridad que requieren los ciudadanos que se trasladan por el Estado. 
Veremos de qué tamaño es la solución.

¿Hasta dónde llegará el rescate de las carreteras?

La más reciente visita de la presidenta Claudia Sheinbaum, con motivo de la presentación de su primer informe de gobierno, deja una serie de lecciones políticas y de expectativas de cumplimiento a solicitudes que desde Jalisco se le han hecho llegar durante toda su gestión, y que incluso eran demandas desde el sexenio anterior.
La misma Sheinbaum Pardo reconoció en su discurso durante el evento que tuvo lugar en el Complejo Santander de la Universidad de Guadalajara, que le han pedido mucho por las carreteras federales en el Estado y ahí mismo, aseguró sin dar ninguna cifra, que se atenderá esta demanda, y le encargó el trabajo directamente al secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, Jesús Esteva, presente en el evento.
Tuvo un guiño que es importante para con la Universidad de Guadalajara, al asegurar que se cometió un error en la asignación presupuestal universitaria que le restó más de cuatro mil millones de pesos, pero dijo que se va a corregir de inmediato. Al margen de este compromiso, ya se va haciendo costumbre que se equivoquen en la Secretaría de Hacienda para asignar presupuesto a la institución educativa.
Destaca indudablemente en esta visita presidencial, el reconocimiento público al gobernador Pablo Lemus, que fue repetidamente abucheado por los casi 15 mil asistentes al evento político. 
Es de todos conocido, porque esto no es novedad y se practicaba desde el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, que en los mítines organizados por Morena tienen la consigna de abuchear a los funcionarios de partidos diferentes; no es la primera vez que le sucede a Pablo Lemus, y no será la última.
Sin embargo, es destacable que la presidenta lo haya defendido públicamente y que hiciera referencia con ese estilo de la política mexicana, al dar a entender que se trabajará con Jalisco, a pesar de las diferencias políticas. Es un mensaje claro a los morenistas que pretenden hacer de las autoridades que no emanaron de su partido, un enemigo permanente.
El saldo es positivo, desde la perspectiva política. 
Sobre las carreteras federales y su rescate, además de los compromisos para apoyar proyectos de movilidad en zonas urbanas, y además el rescate sexenal de Río Lerma-Santiago, ya se verá si pasa del discurso a los hechos.

El saldo de la visita presidencial

La mayoría de las veces, realmente, las fechas que marcan un parteaguas no se hacen notar sino hasta pasado el tiempo. Este 24 de septiembre de 2025, el gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, compartió en sus redes sociales un video en el que comparte espacio con la primera rectora de la Universidad de Guadalajara, Karla Planter Pérez, para anunciar la creación de una red de hospitales-escuela que se desprenden del original Hospital Civil de Guadalajara. 
Es un histórico. Así de simple.
El gobernador Lemus y la rectora Planter confirmaron que en 2026 se iniciará la construcción de un hospital civil con la misma lógica del Hospital Civil Viejo en Puerto Vallarta. En el año 2027 el proyecto se repetirá en Ciudad Guzmán, cabecera de Zapotlán el Grande. 
Al mismo tiempo, y no es menos importante, se financiará la construcción de las áreas de urgencias y cirugías en el Hospital Civil de Oriente, ubicado en Tonalá, que actualmente es un imponente edificio, pero está lejos de ofrecer los servicios médicos que se han anunciado desde años atrás.
Sobre la red de hospitales-escuela se pueden hacer lecturas varias. 
La primera discurre por dos vías. Aunque tarde años, ofrecerá espacios de formación para nuevas generaciones de médicos y enfermeras, además de especialistas varios en diferentes áreas.
Además, ofrece la oportunidad de que en tiempo razonable, decenas de miles de personas en el Área Metropolitana de Guadalajara y en regiones de Vallarta y Ciudad Guzmán, puedan acudir a recibir atención médica. No es asunto menor, porque actualmente cuatro millones de jaliscienses (cifra presentada por el gobernador Lemus) carecen de seguridad social.
El esquema presentado por Pablo Lemus especifica que conjuntamente, la Universidad de Guadalajara y el Gobierno de Jalisco aportarán 400 millones de pesos (200 millones cada cual) para los nuevos hospitales. El compromiso importa, aunque la cantidad sea mínima. 
Sólo el nuevo Hospital Civil de Oriente en Tonalá significó una inversión de dos mil 472 millones de pesos aportados por el gobierno jalisciense. Y aún falta mucho en inversión, construcción y equipamiento para que alcance la meta de atender a más de 100 mil pacientes, como se anunció en su momento.
Los 400 millones de pesos anunciados son apenas la semilla de un proyecto que rendirá frutos en varios años. Será muy importante que tanto Pablo Lemus como Karla Planter aseguren por la vía jurídica y presupuestal, que los dos nuevos proyectos queden asegurados para el futuro.
El Hospital Civil Juan I. Menchaca, conocido como el “Hospital Civil Nuevo”, se proyectó en la década de 1940 del siglo pasado. Pasaron casi 50 años hasta que el gobierno estatal destinó el presupuesto suficiente para su edificación y conclusión. Se abrió y empezó a operar hasta 1988. 
No podemos permitirnos que se repita la historia.

Los hospitales escuela de Lemus y Planter

La Iglesia de La Luz del Mundo es una fuente inagotable de sorpresas que nos prueba, una vez más, cómo las instituciones están rebasadas por actos y decisiones de particulares que están fuera de toda lógica y sobre todo, fuera de la ley. Este 23 de septiembre, en el municipio michoacano de Vista Hermosa, un operativo conjunto de autoridades federales y michoacanas, encontró y detuvo a un grupo de 38 personas que se capacitaban en tácticas militares y uso de armamento, con supuestos fines religiosos: proteger a los pastores de su iglesia y resguardar sus sedes religiosas. 
Lo increíble del caso, es que estaban en un predio que se presume, es controlado por un cártel del crimen organizado, y son integrantes de este grupo delictivo quienes los capacitan.
Los organismos privados de seguridad están totalmente reglamentados en nuestro país. Apegándose al Derecho establecido e informando puntualmente sobre sus operaciones y equipamiento a las autoridades correspondientes, pueden operar con toda normalidad.
Los guardaespaldas o “guaruras” y las policías privadas, pueden tramitar licencia y darse de alta ante autoridades federales para la portación y uso de armas. Con licencia oficial y dando cuenta de sus actividades y dónde las realizan, están facultados para proteger edificios, instituciones y personas particulares, aunque se trate de líderes religiosos.
Pero lo que ocurre en la Iglesia de la Luz del Mundo rompe todos los límites y construye una red de delitos que deben ser detenidos y castigados.
Este “ejército religioso” se hace llamar “Jahzer”, utilizando un término de origen bíblico según la tradición de una organización religiosa fundada por la familia Joaquín, e iniciada en la década de los años 30 del siglo pasado por Eusebio Joaquín González, abuelo de Naasón Joaquín García, hoy condenado por delitos sexuales en California, Estados Unidos, y acusado de nuevos delitos por las autoridades federales del país vecino. El actual líder de esta iglesia se enfrenta a un escenario de cadena perpetua, acusado junto con otros miembros de su familia, incluida su madre.
Sorprendentemente, ante el escándalo mediático que protagoniza Naasón Joaquín García por el proceso judicial que lo mantiene preso desde hace años, la Fiscalía General de Jalisco informó que en nuestro Estado, justo donde se fundó esta organización cristiana, no existe una sola investigación ni denuncia contra el líder religioso o sus colaboradores.
Adicionalmente, sin que esto sea una acusación sino un señalamiento que alimenta sospechas fundadas, durante decenios esta iglesia ha promovido acuerdos políticos con los diferentes gobiernos de municipios y del Estado de Jalisco. Muchos de sus miembros han alcanzado posiciones en espacios de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, como resultado de estos acuerdos. 
Y aunque no hay acción de la justica contra las acciones que pueden constituir delitos por parte de los integrantes de la Luz del Mundo, es claro por lo que actualmente sucede, que esta organización de naturaleza religioso debe ser investigada y fiscalizada. Cuando menos, deben eliminarse las actividades y procedimientos que ante las evidencias actuales, pueden ser delitos cometidos o en curso.

La guardia secreta de La Luz del Mundo

Mediante una audiencia virtual (se realizó por vía electrónica, mientras permanece detenido en el penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México), el juez de Control de la Región Judicial número 9, con asiento en Villahermosa, Tabasco, Ramón Adolfo Brown Ruiz, le dictó a Hernán Bermúdez Requena, ahora tratado como “Hernán N”, prisión preventiva oficiosa. Está acusado de tres delitos graves: delincuencia organizada, secuestro exprés y extorsión.
El juez, además, le dio a la Fiscalía General de Tabasco un plazo de tres meses para todo el proceso de la investigación complementaria. 
La historia de “El Abuelo”, entra así en un período de letargo.
Con esta determinación judicial se le aplicará un enfriamiento total a la crisis política que parecía amenazar el futuro inmediato del senador Adán Augusto López. 
En este proceso judicial que se sigue contra el ex secretario de Seguridad del gobierno de Tabasco hay varias cuestiones que salen de lo ordinario.
Primero: es irregular que el proceso se ubique en un juzgado en Villahermosa, mientras que el acusado está detenido en un centro penitenciario federal en el Estado de México. A menos que la Fiscalía General de la República (FGR), que no ha dado ninguna explicación, determine la atracción de la investigación, se presta a especulaciones inmediatas que el detenido permanezca fuera del área de competencia del juez de la capital tabasqueña. 
Segundo: Ignorar los nexos políticos del caso es totalmente improcedente. Las acusaciones contra “Hernán N” se presentan contra un ex funcionario de primer nivel en el gobierno estatal tabasqueño. No se puede explicar ni investigar la comisión de esos delitos sin indagar en sus relaciones con funcionarios como Adán Augusto López y Carlos Merino, gobernadores tabasqueños mientras él era el primer responsable de la seguridad en el Estado.
En este punto, y después de que la presidenta de la república, Claudia Sheinbaum Pardo, ha intervenido repetidamente en el asunto al evaluarlo durante sus ruedas de prensa oficiales, en Palacio Nacional, subrayando que no se puede incriminar al senador Adán Augusto López mientras la FGR no lo determine en una investigación oficial, obliga a cuestionar ahora a Alejandro Gertz Manero, titular de la FGR: ¿No es elemental llamarlo a declarar para integrar la investigación? 
¿O le dejarán esa facultad al juez Ramón Adolfo Brown en una investigación de índole estatal? 
Tres meses para la investigación complementaria… Están desactivando la crisis política.

Hernán Bermúdez, vinculado a proceso

En un momento de numerosos frentes abiertos, como el “huachicol fiscal” que involucra a elementos de la Marina, funcionarios de aduanas y empresarios investigados por la Fiscalía General de la República (FGR), además del tema Hernán Bermúdez Requena, líder de “La Barredora”, la presidenta Claudia Sheinbaum se estrenó como creadora de cortinas de humo, y desde Palacio Nacional anunció que se está construyendo una nueva alianza política entre los partidos Acción Nacional (PAN) y Movimiento Ciudadano (MC). Jocosamente la llamo la “alianza MCPAN”.
Eso que tanto hacía el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, generar distractores e instalar nuevos temas en el discurso público para distraer de conflictos importantes, ahora lo está intentando la presidenta Sheinbaum. 
Revisemos primero el anuncio de carácter político partidista. 
¿Puede haber una alianza entre los partidos MC y PAN para el proceso electoral 2027 y eventualmente, para la carrera presidencial que culminará en las elecciones de 2030? Definitivamente, sí.
La alianza con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) no le dio al PAN casi nada en victorias electorales. Además, la dinámica en la que está metido Alejandro Moreno “Alito” como discutible líder priísta, lleva al partido tricolor por una ruta de caída permanente. Hacer alianza con el PRI es más costoso que benéfico.
El PAN y Movimiento Ciudadano, en tanto que son oposición, tienen más oportunidades si van juntos que por separado. Pero eso es teoría y no necesariamente se traducirá en hechos.
Además, la alianza electoral todavía no está en la agenda de ambos partidos y en honor a la vedad, Morena tiene mucho margen de maniobra para convencerlos de no unirse, ofreciendo a cambio alianzas bajo la mesa que les permitan a ambos partidos mantener espacios sin convertirse en un contendiente serio en las elecciones. 
Así las cosas, con toda seguridad se puede afirmar que a la presidenta Sheinbaum y su equipo de gobierno les importa mucho más cómo resolver el pendiente del “huachicol fiscal”, tanto por la presión de la opinión pública en México, como por el impacto que pueda generar en el gobierno de Donald Trump.
Les importa mucho más, también, concluir el caso Hernán Bermúdez Requena en relación con el senador Adán Augusto López y sus posibles derivaciones negativas que puedan impactar en el ex presidente López Obrador y sus aliados políticos, incluidos sus hijos. 
Les importa mucho más, igualmente, la ruta de revisión del T-MEC que marcará el futuro económico del país el año entrante, en un momento en el que la economía sigue en una dinámica de estancamiento y marcada dependencia de la economía estadounidense. 
Esos sí son problemas. 
Lo de las elecciones se atenderá en su momento. No se ve por dónde, con alianza o sin alianza, los partidos de oposición puedan ser contendientes electorales que pongan en serio riesgo la hegemonía de Morena.

Sheinbaum anticipa la “alianza MCPAN”

Carlos Palacios

Tiempo de cambios en los 100 años de la UdeG

Marcela Michel López

Un año de logros y avances

Eduardo González Velázquez

Primer año de Claudia Sheinbaum Pardo

Mi pecho no es bodega

Este simbólico 2 de octubre (que no se olvida, proclamaban quienes eran jóvenes en la década de los años 70 del siglo pasado), Claudia Sheinbaum Pardo inicia su segundo año como presidenta de la república mexicana. El primer año de su ejercicio, según publicó el diario El Financiero, le dejó un 73% de aprobación general entre la población. Es una cifra altísima en cualquier lugar del mundo… pero es casi anecdótica.
Propongo una evaluación: ¿Qué le deja a México el primer año de gobierno de Claudia Sheinbaum? Y claro, esa respuesta está muy condicionada por el factor “Jalisco”, porque se trata una realidad vista desde este lugar.
&#8211; Claudia Sheinbaum ha conseguido, con el apoyo de un sólido equipo de trabajo entre quienes destacan Omar García Harfuch, Marcelo Ebrard y José Ramón de la Fuente, resistir el huracán de la administración Donald Trump. Es un triunfo para cualquiera, sobre todo considerando que México no es visto como aliado, sino como botín político y como vecino incómodo. Nos necesitan, pero nos odian. 
Sheinbaum ha contenido a la administración Trump y todos sus ataques. Hace unos pocos meses casi se daba por hecho que habría operaciones militares en territorio mexicano y aunque no pueden descartarse, son mucho menos posibles que antes.
Al iniciar su segundo año de gobierno, Sheinbaum Pardo ha participado en el freno a los migrantes, en el combate a la inseguridad en la frontera con Estados Unidos; se han entregado a los tribunales norteamericanos a casi todos los líderes importantes del narcotráfico. Los quisquillosos funcionarios de Trump, que no le regalan a México ni un gramo de confianza, han tenido que reconocer que aquí tienen un aliado. Y la batalla continuará.
&#8211; La presidenta se mantiene en la ruta de la “cuarta transformación” y reitera que ella y su gobierno están instalando el “segundo piso” del proyecto que tiene fundador y líder intocable: Andrés Manuel López Obrador. 
Pero al mismo tiempo, porque esa dinámica rebasa a los siglos y los proyectos políticos, lucha por el poder. En público rechaza toda crítica a la herencia lopezobradorista; cuida no ser escuchada criticar a López Obrador, a Adán Augusto López, a Ricardo Monreal y a los hijos de López. Critica también a “los neoliberales”, pero es más evidente que nuca, que los problemas no vienen de priístas o panistas, sino del interior de Morena.
La corrupción es evidente, igual que el fracaso de las políticas públicas que heredó de AMLO: sistema de salud, sistema de educación, reformas centralistas.
Claudia Sheinbaum, sin embargo, ha mantenido la cordura y resiste los golpes. 
La expectativa es que en su segundo año consolidará el ejercicio del poder y llenará de contenido aquello de ser “la primera mujer presidenta”, para que el ejercicio del cargo refleje sus decisiones, su calificación popular y su proyecto, sin la influencia permanente del caudillo tabasqueño. 
Los días corren.

Sheinbaum o AMLO; primer año de gobierno