Por lo tanto, es de esperar que, a partir de este momento, la presidenta Claudia comience a realizar algunos cambios y enroques en su equipo más cercano y también en las estrategias y formas de gobernar. A partir del siguiente año de la administración iremos viendo cada vez más el propio estilo claudista de actuar, así como la remoción de actores procedentes del anterior gobierno y el acomodo de personajes de mayor confianza de la presidenta, sin que esto implique desmarcarse del proyecto cuatroteísta que ella misma ayudó a formar. Sin olvidar que este proceso cruzará necesariamente por la elección de candidatos y candidatas para el proceso electoral de 2027. Históricamente así ha funcionado el ejercicio presidencial en México. Actuar de manera contraria, sería la excepción no la regla. Al tiempo.