Caifanes logró un balance entre la nostalgia y la actualidad, conectando con un público diverso
Caifanes ofreció una noche de buen rock en el Auditorio Telmex, donde los tapatíos tuvieron un viaje a los 80’s y 90’s.
La legendaria banda mexicana Caifanes ofreció la noche del viernes un gran concierto que combinó potencia musical, emotividad y un mensaje social que resonó en los corazones de los asistentes.
La agrupación abrió la noche con “Hasta Morir”, y de inmediato conectó con un público que respondió con entusiasmo desde la primera canción.
El repertorio incluyó temas como “Afuera”, “Viento”, Aquí no es así y “La negra Tomasa”, canciones que, pese al paso de los años, siguen vigentes y mantienen su fuerza sobre el escenario. La banda mantuvo un ritmo constante durante más de hora y media, sin pausas innecesarias y con una ejecución sólida.
En distintos momentos del concierto, el vocalista Saúl Hernández se dirigió al público con mensajes centrados en la salud emocional y la empatía. Hizo un llamado a poner atención a lo que viven las nuevas generaciones y la importancia de no guardar el dolor en silencio. “Cuidemos lo que sentimos… y escuchemos lo que otros también callan”.
Caifanes logró un balance entre la nostalgia y la actualidad, conectando con un público diverso, compuesto tanto por seguidores de toda la vida como por nuevas generaciones.
Una noche que no solo quedó en la memoria por su música, sino por lo que despertó en cada persona que estuvo presente emociones, recuerdos y la certeza de que Caifanes sigue siendo un puente entre generaciones.
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