En México, el amparo ha sido la herramienta más poderosa con la que contamos los ciudadanos para defendernos de los abusos del poder. Gracias a este mecanismo hemos podido frenar leyes inconstitucionales, detener actos arbitrarios contra la población y obligar a las autoridades a respetar nuestros derechos. Aunque desde 1847 se discutía en algunos estados de la república la necesidad de crear un juicio de protección, no fue hasta la Constitución de 1857 cuando se reconoció al amparo como medio de protección de los derechos de la ciudadanía.
La semana pasada, Morena y sus aliados aprobaron en el Senado una reforma a la Ley de Amparo que reduce el alcance de esta herramienta en defensa de la ciudadanía. La modificación, entre otras cosas, busca impedir que un juez pueda suspender una ley mientras se resuelve un juicio, y que las sentencias sólo beneficien a quien promovió el amparo, sin que puedan tener efectos generales; en otras palabras: aunque una ley viole la Constitución, esa norma seguirá vigente y aplicándose a todas las personas, menos a quien haya ganado el amparo.
De esta manera, el gobierno podrá echar a andar leyes ilegales, autoritarias o represivas, y aunque un juez dé la razón a la ciudadanía, el daño persistiría. Otro ejemplo más de cómo Morena ha debilitado al Poder Judicial, restándole capacidad para detener al poder político, y no es para nada una casualidad, ¿cuántas veces fueron los tribunales y la Corte, quienes corrigieron la plana a Morena cuando han querido manipular y saltarse la ley?
Más grave todavía, la adición de un transitorio que se coló de último momento, que establece que la nueva ley será retroactiva, es decir que se aplicará a juicios ya abiertos o con sentencias conforme a la ley vigente, por lo cual podrían ser anulados. Una clara violación constitucional, pues ninguna ley puede ser retroactiva. Aunque la presidenta de México declaró su desacuerdo, dejó la puerta entreabierta para que esta modificación encuentre la forma de ser justificada; en tanto, trascendió que fue la consejera jurídica de la presidencia, Ernestina Godoy, quien pidió que se incluyera el artículo en cuestión.
En el año 2019 en el sexenio de López Obrador, comenzó el desabasto de medicamentos; pacientes con cáncer y sus familiares en toda la república esperan con desesperación sus tratamientos, mientras los gobiernos de Morena echan culpas y patean el bote. Sin embargo, miles de familias encontraron en el juicio de amparo un salvavidas y lograron obligar a las autoridades de salud a que les suministraran sus tratamientos en plazos de hasta 24 horas. Tras la aprobación en el Senado, padres de familia se han manifestado contra este atropello a los derechos de sus hijas e hijos.
La reforma pasará a la Cámara de Diputados en próximos días. Si Morena concreta el golpe contra el amparo, el día de mañana cualquier decisión autoritaria podría imponerse sin freno. Lo que está en juego no es una simple reforma, es la última línea de defensa de la ciudadanía.