Pensar en el 2028 es para algunos un sinónimo de que aún falta mucho tiempo, pero para otros significa que esa fecha ya está a la vuelta de la esquina, y si pensamos como un atleta de alto rendimiento, el tiempo se acorta y los proceso de clasificación ya comenzaron; además, el nivel de exigencia para cada uno de ellos es mayor: las copas del mundo, preolímpicos y mundiales, son eventos en los que se otorgan puntos para lograr la plaza. Otros, incluso, podrán pelear en un evento el boleto directo al 2028.
Una plaza olímpica significa años de trabajo, de esfuerzo, de sacrificios. Los atletas trabajan arduamente para poder encarar cada paso rumbo a unas olimpiadas; quizás no es un camino fácil, pero ya que logras tu sueño, todo lo vivido vale la pena. Son pocos los que llegan a la gloria y muchos los que se quedan a nada de ver cristalizado su trabajo. Sabemos que viven todo tipo de situaciones que los conducen a las lágrimas, pero también alcanzan lágrimas de felicidad.
Los procesos son diferentes para cada deportista dependiendo de su deporte, pero sin importar esto, los entrenamientos siguen. Por ello, la importancia de que puedan foguearse a nivel internacional; poder medirse a rivales con experiencia olímpica los hacen crecer en todos los sentidos. Ayudar mucho el medirse “al tú por tú” con ellos.
Los Ángeles 2028 son la meta para muchos. México busca que algunos deportistas, a pesar de su corta edad, puedan consolidarse en esta edición olímpica. Los recursos los tienen y las capacidades también. Para otros significará el cierre de su carrera por lo que este proceso al 2028 será vital para cada uno de ellos.