¿Qué se robaron del Louvre? Conoce el listado completo de joyas sustraídas en el asalto a la Galería de Apolo
Este domingo por la mañana, un grupo de cuatro hombres perpetró un robo en una de las salas más emblemáticas del Museo del Louvre, llevándose un conjunto de piezas históricas pertenecientes a la realeza francesa. Entre los objetos robados se encuentran dos diademas que pertenecieron a las reinas María Amelia y Hortensia, además de diversas joyas como collares, pendientes y broches, todas con un alto valor patrimonial.
Los delincuentes accedieron a dos vitrinas ubicadas en la Galería de Apolo. Una de ellas contenía diamantes, y la otra albergaba joyas del Segundo Imperio. En esta última se encontraba la corona de la emperatriz Eugenia de Montijo, que fue sustraída junto con otras ocho piezas, aunque esta corona específica fue abandonada por los ladrones y posteriormente recuperada por las autoridades, aunque en estado dañado.
La Galería de Apolo, primera galería real construida en Francia, es una sala de gran valor histórico y arquitectónico, considerada un precursor directo de la famosa Galería de los Espejos en el Palacio de Versalles. Este espacio no solo destaca por su diseño, sino también por albergar algunas de las joyas más preciadas de la historia francesa.
Entre los tesoros que se exhiben habitualmente en esta sala está la espinela “Côte de Bretagne”, una gema que perteneció a Ana de Bretaña y que ha sobrevivido a siglos de conflictos, robos y ventas. También forman parte de la colección los diamantes históricos Regent, Sancy y Hortensia, utilizados en vestimentas y coronas reales.
Las joyas robadas forman parte de un conjunto del siglo XIX, en su mayoría piezas con esmeraldas y diamantes pertenecientes a la emperatriz María Luisa. Entre ellas, un collar de esmeraldas y un par de pendientes que ahora están en manos de los delincuentes.
La Galería de Apolo había reabierto al público el 15 de enero de 2020, tras un año de trabajos de restauración que comenzaron en marzo de 2019. La renovación no solo implicó mejoras en la sala, sino también en la forma en que se presentaban las obras y joyas al público.
Durante esa remodelación se instalaron tres nuevas vitrinas diseñadas para exhibir de forma conjunta las Joyas de la Corona Francesa, lo que permitía al visitante apreciar el conjunto completo de la colección por primera vez en décadas.
Según información oficial del Louvre, la colección de joyas fue iniciada por Francisco I en 1532 y pasó de generación en generación entre los monarcas franceses. En 1887, el Estado decidió vender gran parte de ella, aunque algunas piezas clave sobrevivieron y terminaron en el museo.
Dado el crecimiento de la colección desde los años noventa, el Departamento de Artes Decorativas del Louvre distribuyó la exposición entre la Galería de Apolo y la sala 550, ubicada en el ala Richelieu, nivel 1.
Además de las joyas, en esta sala también se conserva una valiosa colección de vasos de piedra dura que pertenecieron a Luis XIV. Estas piezas están elaboradas con minerales preciosos como amatista, jade, ágata, lapislázuli y cristal de roca, y constituyen otro de los atractivos históricos de este espacio.