Las y los mexicanos somos hijos del maíz, y tal vez esta frase popular tenga su origen en la trascendencia que este grano tiene para el país, en su historia, en su alimentación y en su economía.
En Jalisco, como líder agroalimentario del país, es aún más trascendente lo que pasa con los productores, quienes son el inicio de una cadena alimenticia y productiva que representa el sustento de millones de mexicanos.
Es por ello que el gobernador Pablo Lemus, acertadamente, anunció que el Estado aportará una bolsa de 180 millones de pesos para apoyar a los productores jaliscienses de maíz, además de brindar otros beneficios ya incluidos en los programas del campo del Ejecutivo estatal.
Si bien es cierto que el conflicto generado por el precio de garantía del grano es un tema que compete al gobierno de la república, Jalisco no puede hacerse de oídos sordos, sino respaldar a nuestros productores, por lo que representa la producción de maíz para nuestro Estado.
El maíz, un grano endémico de México, es base de la alimentación en el país, siendo la tortilla un producto de la canasta básica y uno de los factores por los cuales se regula el costo del grano.
Pero la tortilla no es el único producto que se obtiene, también se produce almidón, aceite y muchos derivados más.
Sin embargo, en cada cosecha, cada año, la preocupación es la misma, pues los agricultores resultan ser los que menos beneficio encuentran y conforme avanza la cadena productiva, las ganancias aumentan para el siguiente eslabón.
Por esta razón es que los agricultores, durante décadas, han levantado la voz para que se les dé un precio justo en el que todos ganen, incluida la población al no impactar en el aumento de la canasta básica. Por esta razón surgieron los llamados precios de garantía, para que los productores tengan un respaldo de ganancia en la comercialización del grano.
El bloqueo carretero que realizaron durante dos días los agricultores, sin duda afectó a miles de personas que quedaron varadas sin poder llegar a sus destinos, no se diga del impacto económico por el retraso en la transportación.
Pero a diferencia de otras manifestaciones, las y los mexicanos sabemos que nos hemos unido, muchos en silencio, a esta inconformidad, porque entendemos el conflicto.
El gobierno de Jalisco no podía quedarse de brazos cruzados y, como lo dijo el gobernador Pablo Lemus, el campo es clave para el desarrollo no solo del Estado, sino de todo México, y por ello era obligado escuchar y apoyar la demanda de los productores, con el respaldo que, desde sus facultades, podía otorgar para, sí evitar más bloqueos, pero sobre todo contribuir para lograr acuerdos que lleven a un mejor precio del producto y que al final todos ganen.
Si ganan los productores de maíz, gana Jalisco y gana el país, porque no podemos negar nuestra identidad y mucho menos olvidar al campo donde se siembra el alimento de México.