En Acción Nacional estamos viviendo una nueva etapa de renovación y eso no solo significa revisar nuestra vida interna o fortalecer nuestras estructuras, sino también hablar con claridad frente a los ciudadanos, representar sus intereses y no quedarnos callados ante lo que no funciona. Por eso, frente al primer informe del gobernador Pablo Lemus, nuestra postura es firme, antes de los aplausos y los montajes, lo que Jalisco necesita es un verdadero informe, uno que hable con la verdad.
El informe de gobierno debe ser un ejercicio de rendición de cuentas, no un espectáculo de luces ni un evento de autopromoción; un buen informe se mide con resultados, no con “likes” y por eso, desde el PAN Jalisco queremos subrayar los temas que realmente preocupan a las familias jaliscienses.
El primero tiene que ver con la forma en que se ha ejercido el poder. El gobierno del Estado sigue viendo solo a la Zona Metropolitana de Guadalajara, olvidando al resto de los municipios. Esa es una forma de centralismo disfrazado. La justicia en el desarrollo empieza con una distribución equitativa de los recursos, no con obras visibles en unas cuantas avenidas.
El segundo gran pendiente es el campo jalisciense, que hoy sufre abandono. Mientras se destinan millones a publicidad en redes sociales, los productores de maíz, agave o caña siguen esperando apoyos que nunca llegaron. No puede haber un Jalisco próspero sin un campo fuerte.
En tercer lugar, está la obsesión por el Mundial de Futbol 2026. Claro que queremos que Jalisco brille, pero no a costa de endeudamiento o prioridades equivocadas. Que el Mundial no se convierta en pretexto para maquillar la realidad. Queremos claridad: cuánto se ha invertido, de dónde salen los recursos y qué beneficios reales habrá para la población.
Otro ejemplo de improvisación es el famoso tren que terminó siendo camión; lo que inició como promesa de modernidad se transformó en un símbolo de frustración. Los jaliscienses merecen explicaciones, no ocurrencias.
Más preocupante aún es la similitud del actual gobierno estatal con el estilo del régimen federal. Se prometió defender a Jalisco de Morena, pero lo que vemos es alineación política, silencio cómplice y un discurso que replica las mismas justificaciones. En el PAN no tenemos dudas: ser oposición responsable significa no callar, no imitar y no someterse.
La seguridad es otro tema que no puede seguir maquillándose. Las Cybertrucks no protegen a las familias; lo que se necesita son resultados, atención a las víctimas y respuestas para quienes siguen buscando a sus desaparecidos. Lo mismo ocurre con la crisis del agua y el desorden en el SIAPA: no se resuelve despidiendo conductoras, sino con gestión eficiente y planeación a largo plazo.
En tiempos donde la transparencia se diluye y la rendición de cuentas parece molestar al poder, nuestra voz es más necesaria que nunca. Por eso reiteramos: el PAN Jalisco no busca pleito, busca respuestas. Queremos que al Estado le vaya bien, pero eso solo es posible si hay diálogo, respeto y visión de futuro.
El gobernador Pablo Lemus tiene una gran oportunidad: la de cambiar, de rectificar, de demostrar que su gobierno puede ser diferente. Pero si su informe solo busca convencer en lugar de informar, perderá una valiosa ocasión para recuperar la confianza ciudadana.
Desde Acción Nacional seguiremos haciendo lo que nos toca: señalar con datos, exigir con firmeza y proponer con responsabilidad. Porque Jalisco merece más que discursos. Merece resultados, merece respeto y merece verdad.
Proteger a Jalisco y a México es nuestro deber, porque se trata de ti.