A través de un comunicado, la institución señaló que las víctimas “entre ellos cometieron asfixia, lo que produjo muerte inmediata por suspensión”

Al menos 27 personas privadas de la libertad murieron por asfixia este domingo en el Centro de Privación de Libertad de Machala, ubicado en la provincia de El Oro, al sur de Ecuador, informó el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de la Libertad y Adolescentes Infractores (SNAI).
A través de un comunicado, la institución señaló que las víctimas “entre ellos cometieron asfixia, lo que produjo muerte inmediata por suspensión”. Las autoridades no detallaron las circunstancias del hecho, que se produce en medio de una prolongada crisis penitenciaria en el país sudamericano.
El SNAI informó que personal médico forense y equipos operativos continúan trabajando en el lugar para verificar la información y atender las emergencias registradas. La dependencia añadió que este suceso es distinto al ocurrido horas antes en el mismo penal, donde cuatro personas fallecieron y varias resultaron heridas tras un enfrentamiento interno.
De acuerdo con el organismo, la primera confrontación se originó durante un proceso de reorganización de internos hacia una nueva cárcel de máxima seguridad. Durante la madrugada se escucharon disparos y explosiones, y las fuerzas de seguridad ingresaron para retomar el control. Siete personas fueron detenidas y serán presentadas ante las autoridades judiciales.

Con los hechos registrados por la tarde, el saldo total ascendió a 31 fallecidos en el penal de Machala. Las autoridades atribuyen los disturbios a conflictos entre grupos delictivos que operan al interior de los centros penitenciarios.
En septiembre pasado, enfrentamientos en otra prisión de la ciudad de Esmeraldas dejaron 17 personas muertas, mientras que tres días antes, en el mismo centro de Machala, 14 internos perdieron la vida en hechos similares. Desde 2021, más de 500 personas han fallecido en el sistema penitenciario ecuatoriano, según cifras oficiales.
El gobierno mantiene un estado de conflicto armado interno desde enero de 2024, mediante el cual las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional han intervenido varios centros de reclusión para intentar contener la violencia vinculada a organizaciones criminales.
En 2021 se registró la peor masacre carcelaria del país, cuando más de un centenar de personas murieron en una penitenciaría de Guayaquil. A pesar de los operativos, los enfrentamientos entre células delictivas continúan generando muertes y motines en distintas cárceles de Ecuador.