Para la ONU, la seguridad humana incluye, más allá de los delitos, un enfoque integral en el que se busca, entre otras prioridades, proteger la dignidad de los ciudadanos. Para lograr este objetivo, es necesario actuar en la prevención y para lograr comunidades saludables y entornos dignos, se requiere de inversión en el gasto público en cada rincón del país.
Sin embargo, en la política de la cuarta transformación, a pesar del discurso en el que el “pueblo es primero”, hay muchos olvidados y se busca mantener el control desde el centro.
Tal es el caso de las carreteras federales que, por años, han estado abandonadas, sin mantenimiento o con acciones que no son suficientes, como bacheos a medias.
El gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, hizo un llamado (nuevamente) a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes de México para que se le asigne recurso al mantenimiento y reparación de los tramos carreteros en la Entidad, que son responsabilidad de la Federación.
En la gestión del gobernador Enrique Alfaro, inició la rehabilitación de las carreteras estatales, sin embargo, los caminos federales representan, más que vías de comunicación, riesgos para los transportistas y automovilistas.
Jalisco es uno de los olvidados en este rubro, pues no ha llegado ni un solo peso para las carreteras federales en el Estado, a pesar de ser un motor económico importante para el país.
El gobierno del Estado sigue trabajando en el mantenimiento y renovación de los caminos de su competencia, con una inversión superior a los 24 mil millones de pesos para remodelar 5 mil kilómetros de la red estatal.
Del campo y la salud ni hablemos. ¿Cuántas veces han reclamado la falta de apoyo los productores de maíz, un grano de suma importancia para la economía mexicana? ¿O las asociaciones y pacientes de cáncer u otras enfermedades crónicas que reclaman falta de medicamentos?
Los programas sociales son buenos, pero no suficientes para mantener la dignidad de la población si no cuenta con elementos que le permitan subsistir o que pongan en riesgo su vida.
El crecimiento de las ciudades ha sido, por otro lado, tan demandante que se han visto rebasadas las autoridades en la dotación eficiente de los servicios públicos. Por eso, nuestra presidenta de Guadalajara, Verónica Delgadillo, también hizo un llamado a la Cámara de Diputados federal para que reactiven el extinto fondo metropolitano o en su defecto, crear uno destinado a las ciudades capitales.
Estamos a mes y medio de que concluya el 2025 y en el Presupuesto Federal 2026 se han cometido “errores” y omisiones que preocupan a los estados y municipios porque no hay recursos suficientes para cumplir con esa demanda de la ONU de dignificar las condiciones de vida de todas y todos.
Además, las zonas metropolitanas de Guadalajara y Monterrey, así como la Ciudad de México, serán sedes del Mundial de Futbol FIFA 2026 y se espera la llegada de más de 5 millones de visitantes.
En el caso particular de Jalisco, se ha hecho equipo entre el Estado y los gobiernos de Zapopan y Guadalajara para mostrar la mejor cara de nuestra ciudad para el mundial, pero que también sirva como legado para dejarle a las y los ciudadanos obras que mejoren el entorno urbano.
Ojalá que el centralismo entienda que México somos todas y todos, y que los estados y sus municipios necesitan contar con el apoyo de la Federación y que no sean parte de los olvidados.