La inminente convocatoria del español Álvaro Fidalgo y el veterano portero mexicano Guillermo Ochoa a la lista final de la Selección Mexicana para el próximo Mundial de Futbol, han causado la tremenda polémica entre todo el mundo del balompié mexicano, y las dos serían lamentables para el progreso de nuestro futbol.
Primero, toquemos el tema del mediocampista de las Águilas del América, que sin lugar a dudas, ha marcado diferencia desde su llegada al nuestra LigaMX y sobre todo, en los tres títulos del conjunto amarillo. Sin embargo, la pregunta sería, ¿cuándo un naturalizado ha marcado la diferencia en la Selección Mexicana en un mundial? Y la respuesta es simple, sencilla y clara: Nunca, nunca, un solo jugador ha marcado otro nivel en el equipo tricolor, con todo y que han pasado muchos y muy buenos jugadores como en su momento el “Guille” Franco, Sinha, Caballero, etc.
Y lo más triste es que en caso de confirmarse la participación del español con el Tricolor, sería la primera vez que la Selección Mexicana de futbol tenga dentro de su convocatoria a dos naturalizados para participar en una Copa del Mundo, pues el delantero argentino Germán Berterame también está en la órbita de Javier el “Vasco” Aguirre, seleccionador nacional. Así, el futbol mexicano daría claras muestras de su estancamiento en la producción de futbolistas mexicanos capaces de vestir la playera del Tricolor con la más alta capacidad, como para no tomar en cuenta a extranjeros que sólo se naturalizan como mexicanos por cumplir el sueño de jugar una Copa del Mundo, algo que no podrían hacer con su país, porque no les alcanzaría el nivel.
Otro caso diferente es el de Memo Ochoa, quien podría convertirse en el futbolista histórico al jugar en seis copas del mundo, y este es otro reflejo más de la pobreza de nuestro futbol, pues es increíble que un jugador, llámese como se llame y en la posición que sea, con una edad de más de 40 años, ocupe un lugar en una lista de selección, pero también hay que decir que en este momento la producción de porteros es crítica, tanto así que no tenemos al guardameta titular de cara a la justa mundialista, pues ni Malagón ni Rangel y mucho menos Acevedo, son porteros que hayan convencido ni al seleccionador nacional ni a nadie.
Ya veremos qué nos dice el tiempo, pero por lo pronto sigue siendo claro que hoy por hoy, la Selección Nacional deja más dudas que certezas.