El gobierno de Merz ha prometido reformas y una reducción de cargas burocráticas para impulsar la innovación y disminuir los costos de producción

La Federación de Industrias Alemanas (BDI) afirmó que la economía del país enfrenta su periodo más crítico desde la posguerra. El organismo indicó que la producción industrial acumula cuatro años consecutivos de retrocesos y señaló que el gobierno federal no ha aplicado medidas suficientes para revertir la tendencia. Según sus estimaciones, la actividad productiva registrará una disminución cercana al 2% al cierre de 2025.
El gobierno encabezado por Friedrich Merz debe atender un escenario marcado por el estancamiento económico y por la transformación estructural que enfrenta el modelo industrial alemán. La competencia internacional, especialmente desde China, así como los elevados costos de electricidad, han reducido la competitividad del sector manufacturero. Peter Leibinger, presidente de la BDI, declaró que la falta de acciones rápidas incrementa el riesgo de pérdida de empleos.
La federación detalló que en el tercer trimestre de 2025 la producción industrial cayó 0.9% respecto al periodo previo y 1.2% en comparación anual. Destatis, el órgano estadístico federal, confirmó que el Producto Interno Bruto se mantuvo sin crecimiento en ese trimestre. La economía alemana solo ha presentado dos periodos con variación positiva en los últimos tres años y, en promedio, registró una contracción trimestral de 0.1% desde finales de 2022.

El desagregado oficial muestra que el consumo privado retrocedió 0.3% intertrimestral, mientras que el consumo público y la inversión avanzaron 0.8% y 0.3%, respectivamente. Analistas internacionales señalaron que las exportaciones y la inversión industrial atraviesan una etapa de debilidad, mientras que el mercado laboral refleja una pérdida de empleos en sectores como manufactura y construcción. Datos de BNP Paribas indican que desde finales de 2019 el empleo total cayó 0.5%, con reducciones importantes en empresas del ramo automotriz, químico y siderúrgico.
Especialistas como Carsten Brzeski, de ING, y Daniel Kral, de Oxford Economics, coinciden en que la combinación de factores cíclicos y cambios estructurales ha prolongado el estancamiento y generado presión en los sistemas sociales. También advierten que los estímulos fiscales anunciados por el gobierno podrían no generar un impacto significativo, debido a que parte de esos recursos se destinará a cubrir costos relacionados con el envejecimiento de la población.
Indicadores adelantados muestran señales mixtas. Aunque el PMI compuesto superó el umbral de 50 puntos durante el verano, los analistas señalaron que este valor ya no necesariamente anticipa expansión económica. El sector industrial mantiene cifras por debajo de ese nivel y continúa sin mostrar un repunte claro. El índice Ifo de clima empresarial también se ubicó por debajo de las expectativas del consenso.
El gobierno de Merz ha prometido reformas y una reducción de cargas burocráticas para impulsar la innovación y disminuir los costos de producción. Además, se anunció una subvención temporal al precio de la energía para industrias intensivas en consumo de electricidad. Sin embargo, los industriales consideran que estas medidas no han alcanzado la velocidad requerida para enfrentar los principales desafíos.