Quien visita Guadalajara se quiere quedar en nuestra tierra, porque no solo es una metrópoli con historia, la más mexicana del país, con oportunidades para invertir, para vivir, para estudiar, sino también porque es una ciudad amiga.
Nuestra ciudad es también sede de grandes eventos, un punto estratégico para la presentación de espectáculos, de convenciones y de encuentros culturales como la Feria Internacional del Libro que se lleva a cabo esta semana y que atrae a miles de visitantes.
Por ello, no es raro que personalidades de todo el mundo vengan con gusto a la Perla Tapatía y disfruten de ella, como el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, quien recibió de manos de nuestra presidenta Vero Delgadillo, las llaves de la ciudad al nombrarlo Huésped Distinguido.
Este acto estuvo lleno de júbilo por el encuentro de dos ciudades a las que les une más que la amistad entre sus dirigentes, pues nuestra presidenta y el alcalde coincidieron en la Red de Ciudades de la que ambos forman parte y encontraron similitudes entre sus gobiernos, uno de ellos, el interés por fortalecer las políticas públicas de cuidados.
En marzo de este año, una delegación tapatía encabezada por la presidenta, visitó el Ayuntamiento de Barcelona y comprobó que han implementado programas y políticas de interés tapatío como la movilidad sostenible, el sistema de cuidados y la cultura.
Jaume Collboni, alcalde de Barcelona, dijo en su mensaje en el Salón de Cabildo de Guadalajara algo muy cierto: “La ciudad es la gente, somos las personas que hacemos las ciudades, es el acuerdo entre las personas y cómo decidimos convivir, de qué decidimos vivir, como queremos que se nos reconozca, qué queremos que sea lo propio de nuestra identidad compartida en una ciudad”.
Guadalajara es de las y los tapatíos, es su gente, somos los que recibimos con calidez a los visitantes, con mariachi y tequila, con innovación y arte, con ciencia y tecnología. Pero también, con la visión de nuestra presidenta Vero Delgadillo que busca acentuar el sentido de corresponsabilidad. Queremos ser la Guadalajara amiga que cuida a los demás y que cuida de la ciudad.
Porque, y cito a la presidenta, “nuestras ciudades merecen también construirse en profundo trabajo colaborativo con la ciudadanía… Porque bajo el cuidado florecen las personas porque como las plantas, bajo el cuidado florecen en las ciudades”.
Este encuentro entre Barcelona y Guadalajara seguramente nos dará muchos frutos para ambas ciudades. Además, esta semana también la presidenta Vero Delgadillo, entregará las llaves de la ciudad al cantautor Joan Manuel Serrat, en reconocimiento a su trayectoria, a su talento y a ser un amigo de las y los tapatíos.
Por estas razones y muchas más, Guadalajara es reconocida a nivel internacional como un lugar para vivir, para visitar, para disfrutar, para trabajar y para estudiar, porque la capital jalisciense es una gran ciudad amiga.