Mundial 2026: Sheinbaum fue la encargada de sacar a México en el sorteo
En un acto cargado de simbolismo y expectativas globales, la presidenta Claudia Sheinbaum compartió el podio con líderes internacionales durante la ceremonia que delineó los grupos del Mundial 2026, un evento que reunió a delegaciones de 42 selecciones en el icónico John F. Kennedy Center for the Performing Arts. Esta cita diplomática no solo asignó posiciones a los 48 equipos participantes, sino que también resaltó el rol pionero de México como nación organizadora por tercera vez en su historia futbolística.
La presidenta fue la encargada de sacar la bola que contenía el nombre del país México, quien ya se había revelado que estaría en el grupo A, quien demostro al grito de ¡Viva México! lo emocionada que estaba.
El momento culminante llegó con la entrega del “Premio de la paz” al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, un galardón otorgado por el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, justo antes de que iniciara la extracción de las bolas que conforman los bombos.
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Este reconocimiento añadió un toque de distinción a una jornada ya marcada por la presencia de altos dignatarios, incluyendo al primer ministro de Canadá, Mark Carney. Los tres mandatarios —Sheinbaum, Trump y Carney— posaron juntos para una selfie colectiva en el escenario, capturando la esencia de una colaboración tripartita que promete transformar el torneo en el más expansivo hasta la fecha.
Previo a esta dinámica protocolaria, Infantino invitó a cada líder a exponer su perspectiva sobre el impacto del campeonato. Fue entonces cuando Sheinbaum, con un discurso impregnado de orgullo cultural, tomó la palabra para enfatizar la singularidad de su país.
Qué momento. Claudia Sheinbaum dejó en claro que es un orgullo ser mexicano.
— Daniel Estrada (@DanielEstradaN) December 5, 2025
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“Tenemos un pueblo trabajador, extraordinario y muy especial. Nosotros disfrutamos del juego de pelota desde tiempos ancestrales”, declaró la mandataria, conectando el frenesí contemporáneo del fútbol con las prácticas prehispánicas que han forjado la identidad mexicana.
Esta alusión a la tradición ancestral del deporte no solo honró el legado histórico de México, sino que posicionó al país como un puente entre el pasado milenario y el futuro global del balompié.
Sheinbaum no escatimó en elogios hacia su nación, describiéndola como “un país extraordinario, bello, mágico” que atraerá a millones de visitantes durante el evento. Su intervención subrayó la relevancia de esta tercera sede para México, un hito que refuerza su estatus en el mapa deportivo internacional.
