Si la política enfrenta un desgaste tan prominente y una crisis de credibilidad entre la ciudadanía, es en gran medida por la falta de valores como la determinación, la palabra y la congruencia de quienes suelen tomar el camino más cómodo, del acomodo facilongo, la crítica a medias y el acuerdo en lo “oscurito”. Son actores que dicen ser pero no son, mientras bailan el vals de “ni contigo, ni sin ti”. Esto es Movimiento Ciudadano, el esquirol de Morena.
El partido naranja ha puesto como base fundamental de su estrategia la ambigüedad, la simulación y la cooperación con Morena. Durante años se han presentado como un partido opositor, sin embargo, los hechos muestran otra realidad: Movimiento Ciudadano se ha dedicado a aplanar el camino para que el oficialismo avance de manera destructiva en el país. A continuación algunos ejemplos.
El caso más reciente —y quizá más grave— fue la votación en el Senado para nombrar a Ernestina Godoy como titular de la Fiscalía General de la República. Lejos de oponerse a la imposición de un perfil cercano y leal al gobierno, MC aportó sus votos para consolidar los próximos nueve años de persecución política, carpetazo a las investigaciones por corrupción, vínculos ilegales y desfalcos en contra de morenistas como Adán Augusto, los hijos de López Obrador y gobernantes de la 4T. La votación exigía contrapesos, pero los naranjas decidieron acomodarse del lado del poder.
En julio de 2025, cuando se aprobó la polémica reforma de telecomunicaciones, que atenta contra la libertad de expresión y la privacidad personal, Movimiento Ciudadano volvió a alinearse con Morena y como un partido satélite más, votó a favor: MC respaldó la reforma sin titubeos, contribuyendo a cimentar el proyecto autoritarista de la 4T. Más del 90% de las votaciones han sido acompañadas por parte del partido naranja a favor del oficialísimo.
En septiembre de 2024, cuando se discutía en el Senado de la república la Reforma Judicial, el senador emecista Daniel Barreda, al más puro estilo del escapista Harry Houdini, se ausentó de la sesión, facilitando que Morena y sus aliados alcanzaran la mayoría calificada, ocasionando que hoy México tenga la Corte más ineficiente de su historia.
En Jalisco, Movimiento Ciudadano y Morena se asociaron para aprobar el aumento a las tarifas del Siapa, en un servicio que entrega agua sucia, que deja a colonias enteras sin gota de líquido durante días, y que es responsable de los incontables socavones de la Zona Metropolitana de Guadalajara. Además de desaparecer la transparencia.
Estos episodios exhiben un patrón sistemático: MC como bisagra del oficialismo, pese a que en cada periodo electoral se presentan como el voto útil para frenar a Morena. En tiempos que el país exige definiciones, fingir ser oposición, ha sido la apuesta del partido naranja. La realidad es que ha habido un solo partido capaz de resistir, al que no se le puede reprochar un solo voto a favor de las peligrosas reformas de Morena; y que pese a los ataques no se ha doblado: ese partido es el PRI.