Como parte del proceso, se aprobó un plan de salvaguardia que busca fortalecer los archivos históricos y consolidar al Comité Organizador de la Semana Santa en Iztapalapa (COSSIAC) como la entidad principal responsable de la celebración.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) ha incorporado la Representación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo de Iztapalapa a su Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Esta decisión, tomada durante la vigésima reunión del Comité Intergubernamental en la capital india, eleva a una de las manifestaciones religiosas más emblemáticas de México al ámbito global, resaltando su relevancia más allá de lo estrictamente devocional.
Edaly Quiroz, subdirectora de Patrimonio Inmaterial de México, enfatizó el alcance de esta tradición al afirmar que representa “una manifestación que trasciende lo religioso. Es un acto de unidad, fe, resiliencia, que convoca a miles de personas en un ejercicio colectivo de memoria, identidad y participación”.
La inscripción subraya el rol de esta celebración en la preservación de la identidad comunitaria y su capacidad para fomentar la cohesión social en contextos urbanos complejos.
Cada año, durante la Semana Santa, la alcaldía de Iztapalapa, ubicada en el oriente de la Ciudad de México, se convierte en el epicentro de esta escenificación. Los residentes de sus ocho barrios originarios participan activamente, transformando las calles y espacios públicos en escenarios que recrean episodios clave del Nuevo Testamento.
Esta movilización colectiva no solo atrae a devotos locales, sino que genera una de las mayores concentraciones religiosas en América Latina. En la edición de 2024, por ejemplo, el evento reunió a más de 1.4 millones de asistentes, mientras que en años previos a la pandemia de COVID-19, las cifras superaron los dos millones de personas recorriendo las vías públicas.
🔴 La presidenta Claudia Sheinbaum (@Claudiashein), felicitó al comité organizador de la Semana Santa de Iztapalapa, así como a Clara Brugada y a la actual alcaldesa, después de que la Unesco reconociera esta celebración como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. pic.twitter.com/vji2kPKM6O
— quiero tv (@quierotv_gdl) December 10, 2025
La tradición se remonta a 1833, cuando surgió como un voto colectivo de la comunidad para implorar el fin de una epidemia de cólera que afectaba gravemente a la población local. Diez años más tarde, en 1843, se realizó la primera puesta en escena formal, dando inicio a una continuidad que hoy suma más de 180 años sin interrupciones.
Esta longevidad la posiciona como la representación de Semana Santa más multitudinaria del país, sirviendo como un pilar de resiliencia en una zona marcada por desafíos en seguridad y alta densidad demográfica.
En su defensa ante el Comité de la Unesco, México destacó cómo la tradición ha evolucionado para incorporar principios de igualdad de género y derechos humanos en sus estatutos internos.
Como parte del proceso, se aprobó un plan de salvaguardia que busca fortalecer los archivos históricos y consolidar al Comité Organizador de la Semana Santa en Iztapalapa (COSSIAC) como la entidad principal responsable de la celebración. Estas medidas aseguran la sostenibilidad y la legitimidad de la práctica cultural.