Parte de esta carga fue contratada por Cubametales, la comercializadora estatal cubana, junto con una empresa vinculada al empresario panameño Ramón Carreter

Según documentos de la industria petrolera venezolana citados por The New York Times, el Skipper había zarpado de Venezuela el 4 de diciembre con casi dos millones de barriles de crudo.
Parte de esta carga fue contratada por Cubametales, la comercializadora estatal cubana, junto con una empresa vinculada al empresario panameño Ramón Carretero, quien ha sido sancionado por Washington por facilitar exportaciones petroleras en nombre del gobierno venezolano.
Antes de la incautación, el buque transfirió alrededor de 50 mil barriles a otro tanquero, el Neptune 6, que posteriormente se dirigió al puerto cubano de Matanzas. No obstante, la mayor parte del petróleo restante a bordo del Skipper continuó rumbo hacia Asia, específicamente China.
Cubametales había indicado inicialmente que el destino del barco era Cuba, con 1.1 millones de barriles asignados a la isla. Sin embargo, en los últimos años, solo una fracción del crudo venezolano reservado para Cuba ha llegado efectivamente allí, según datos de PDVSA y seguimiento de buques.
Gran parte ha sido revendida a China, generando divisas para el gobierno cubano, que se cree han sido usadas para adquirir productos básicos.
El empresario Ramón Carretero ha manejado una cuarta parte de las exportaciones petroleras venezolanas este año a través de sus compañías. La tripulación del Skipper, compuesta por unos 30 marineros mayoritariamente rusos, formaba parte de un buque que durante cuatro años integró una flota encubierta iraní.