Viene para Jalisco un “año bisagra”. Me refiero con ello a los doce meses que los políticos y funcionarios con aspiraciones dedicarán a armar sus candidaturas electorales para 2027.
Este “año bisagra” se caracterizará por el esfuerzo que harán los políticos y funcionarios para resaltar ante la opinión pública. Sin son alcaldes o alcaldesas, intensificarán su trabajo “pie a tierra” para recorrer barrios y colonias con obras y promociones para reforzar su nombre, de cara a las boletas para la reelección, o para un cargo diferente si es que se encuentran en su segundo periodo al frente de un municipio.
Los que son secretarios estatales y quieren brincar a una presidencia municipal o diputación también dedicarán buena parte de su tiempo a dejarse ver, y a mostrar por todas las vías posibles los logros de su trabajo.
Otros son los legisladores locales y federales. Muchos querrán aparecer en las boletas del 2027, y para ello se mostrarán mucho más activos (e incluso agresivos políticamente) para que los electores (aunque hubieran llegado al cargo mediante una lista) los volteen a ver.
Sobra decir que, por ser año mundialista de futbol, habrá para los políticos muchas más oportunidades de dejarse ver, pues lo menos que harán será mostrarse en redes sociales con la playera del equipo mexicano festejando todos y cada uno de los goles de la selección (Dios me oiga). Ahora sí que, hasta quienes no saben de futbol, serán expertos.
Nada hay de sorpresa, pues. El 2026 será el año de las precampañas, y nadie nos libraremos de ellas.
Eso sí: Habrá que ir analizando el trabajo de cada uno de los políticos que no podrán decir que quieren ser candidatos, pero lo dejarán ver con sus acciones. Esperemos que el relumbrón y la fiesta futbolera no nos distraigan mucho de la realidad de los funcionarios, alcaldes y legisladores.