El año 2025 significó uno de los más problemáticos periodos para la movilidad urbana en la ciudad. De no ser por la inauguración de la Línea 4 del Tren Ligero que beneficia a Tlajomulco y al Sur de la ciudad, el año terminaría con un saldo totalmente negativo en la apreciación de los usuarios del transporte público.
En 2025 aumentaron las quejas por disminución de unidades del transporte en las diferentes rutas alimentadoras que se dirigen particularmente a Mi Macroperiférico y a otras rutas de transporte masivo, como las líneas del Tren Ligero o el Mi Macrocalzada.
Hay versiones encontradas. Por una parte diferentes transportistas aseguran que el mecanismo de subsidio de la tarifa del transporte ha incidido directamente en el retraso de los pagos de sus ingresos; y al suceder esto, la consecuencia es que muchos transportistas prefieren no mover sus unidades: Las dejan paradas, porque pierden menos al detener su trabajo que al circular por la ciudad.
Responsabilizan por estas fallas en el mecanismo de pago a la Secretaría de Transporte y aseguran que en realidad, no se ha sustituido el clásico modelo hombre-camión.
En tanto, el gobierno del Estado ha redoblado esfuerzos en inversión en nuevas unidades de transporte. De hecho, apenas a mitad de diciembre ya se habían entregado en la ciudad de Guadalajara 100 nuevas unidades, mientras que se destinaron otras 31 a Puerto Vallarta.
El gobernador Pablo Lemus ha anunciado que en 2026 se destinarán recursos a la compra de unidades para diferentes zonas urbanas, incluyendo la de Ocotlán en la Zona Ciénega, igual que en Lagos de Moreno, en la Zona Altos Norte.
Al proyecto de organización de las rutas del transporte masivo debe sumarse que 2025 fue un año inusualmente lluvioso, que provocó severas inundaciones que paralizaron el tránsito vehicular en general, y no solamente el del transporte masivo.
Además, este año concluye sin que se haya definido si se construirá o no un segundo piso en la Avenida López Mateos, lo que para muchos significaría un gran aporte en la solución de la conflictiva movilidad del corredor vial más problemático del área metropolitana.
Quedarán pendientes otras tareas; retirar de la circulación cotidiana al transporte de carga; aplicar efectivamente el transporte escolar, como lo está proyectando el gobierno de Tlajomulco de Zúñiga; incrementar el servicio de rutas de transporte masivo con derrotero propio, y las que son alimentadoras de otras líneas importantes. Ya avanzan, además, las obras de la Línea 5 que no es Tren Ligero, pero es la nueva ruta de transporte masivo proyectada por el actual gobierno del Estado.
A lo anterior, hay que añadir que para 2026 ya deberán estar concluidas las obras urbanas en diferentes vialidades.
Con todo esto es muy probable que 2026 mejore en muchos aspectos la movilidad urbana, aunque quienes esperan avenidas vacías y con velocidades de 50 km/h promedio, estarán esperando en vano.