Hoy es Noche Buena, son momentos de convivencia con la familia y amigos. Para muchos de nosotros estos días son más que vacaciones de invierno, las fiestas decembrinas son la oportunidad de visitar y acercarte a tus seres queridos, los regalos son una forma de demostrar el afecto entre unos y otros.
Aunque suene a cliché hay regalos que no tienen precio, no se compran con dinero por lo trascendente que son, la huella que dejan y las almas que sanan, por eso es que estos regalos se agradecen y quedan grabados para siempre.
Cuando tienes discapacidad puede haber momentos muy complicados. Sobrellevar el día a día con limitaciones, puede ser poco alentador, sobre todo cuando la discapacidad viene acompañada de dolor u otras situaciones difíciles o barreras que no se pueden superar fácilmente. Es en estos momentos cuando se agradece con más intensidad contar con una Red de Apoyo.
La Red, esos familiares o amigos que te hacen una llamada telefónica, ofrecen sus oraciones para que te sientas mejor, pasan a casa para dejar unas galletitas, son quienes te mandan un WhatsApp para saber cómo vas, quienes tienen oportunidad de compartir su tiempo contigo y pasar una tarde o el día acompañándote; son quienes te acercan el medicamento que te recetaron o te llevan algún alimento que saben que te gusta. Son quienes siempre están cerca; ese apoyo incondicional que brindan logra crear lazos afectuosos que son capaces de hacer mucho más soportable la situación.
Puede ser que esto no te quite los dolores; puede que no sea la solución al problema que enfrentas, pero lo importante es el efecto que estos detalles provocan en ti, son muestras de cariño, detalles llenos de afecto que llegan como un bálsamo con el importante propósito de darte ánimo, hacerte sentir querido, saber que a alguien más le importa tu bienestar y que hará lo posible por ayudarte.
Este 2025, en lo personal yo he sido bendecida con una enorme Red de Apoyo, por mi discapacidad he vivido períodos de insoportable dolor. Tener a mi alcance tantos conocidos, amigos y familiares que han estado presentes a lo largo de mi vida y particularmente en estos momentos de crisis, en los que me siento tan vulnerable, cuando no puedo valerme por mí misma, que requiero apoyo hasta para las actividades más sencillas, podrían ser mucho más complicados; pero voltear y encontrar esas manos llenas de aprecio y cariño sin condiciones, dispuestas a dar todo para que me recupere, es el mejor regalo que puedo tener.
Para mí son momentos con un valor incalculable y bendigo la vida de todos esos conocidos, amigos, familiares, vecinos, y en muchas ocasiones, hasta los médicos que me atienden que realizan todas esas acciones para hacerme sentir mejor.
Hoy es Noche Buena. Me permitiré aprovechar la columna para expresar mi más sincero agradecimiento y expresar lo bendecida que soy por contar con todos ustedes, a todos los que de una u otra manera han estado cerca de mí, ayudándome a sobrellevar un año complicado para mí salud, que con miles de detalles y acciones han conseguido que las cosas sean más sencillas; su comprensión, el cariño y su apoyo, es como si todos los días del 2025 fuera Navidad y me llenaran de los mejores regalos.
Han logrado ser un bálsamo para mi alma. Todos ustedes son presencia que sana.