La Cámara de Diputados aprobó que la CURP incluya datos biométricos como foto y huellas digitales, convirtiéndola en un documento oficial obligatorio
En una sesión que marcó un momento clave para el futuro del manejo de la identidad ciudadana en México, la Cámara de Diputados aprobó cambios relevantes a la Ley General de Población. La iniciativa fue respaldada por la mayoría legislativa, en medio de un debate cargado de tensiones por sus posibles implicaciones en materia de privacidad y vigilancia.
El dictamen fue aprobado en lo general con 340 votos a favor, 104 en contra y 24 abstenciones. Entre sus principales disposiciones, contempla la integración de datos biométricos a la Clave Única de Registro de Población (CURP), así como la capacidad de ubicar en tiempo real a las personas registradas.
Los impulsores de la reforma sostienen que la digitalización de la identidad contribuirá a reforzar la seguridad del país, facilitar la prestación de servicios gubernamentales y garantizar una identificación más confiable y única para cada ciudadano.
Uno de los puntos más sensibles de la reforma es la creación de una CURP con datos biométricos —fotografía y huellas dactilares incluidas—, que se convertirá en un documento oficial de identidad a nivel nacional.
Sin embargo, la propuesta no ha estado exenta de críticas. Legisladores de oposición han manifestado su preocupación por los riesgos de un posible uso excesivo de esta herramienta, que podría derivar en prácticas de control indebido por parte del Estado y vulnerar derechos fundamentales relacionados con la protección de datos personales.
Por otro lado, la Cámara acordó no discutir en la misma sesión otras reformas relacionadas con la Ley General sobre desapariciones forzadas y el Sistema Nacional de Búsqueda de Personas. Estas iniciativas serán votadas por separado, tras un acuerdo entre los coordinadores parlamentarios para tratar ambos temas de forma independiente.