Analistas han criticado la lentitud de Tesla en el lanzamiento de nuevos automóviles y cuestionan el compromiso de Musk
Fue este miércoles cuando el fabricante de vehículos Tesla dio a conocer una caída en sus ventas del 16 % durante el segundo cuatrimestre.
Esto se debió a una disminución de ventas dentro de un contexto de aumento en la competencia y la participación de Elon Musk en la política estadounidense.
Entre los meses de abril y junio, los beneficios de Tesla fueron de 1,200 millones de dólares, lo que representó un 16 % menos en comparación con el año anterior. De igual manera, se reportó una facturación de 22,500 millones de dólares (-12 % anual).
Además, se registró una ganancia neta de 1,170 millones, por debajo de las expectativas de los analistas de FactSet (1,400 millones).
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Después de que a principios de mes se registrara una baja en las entregas de automóviles, ya se esperaban menores beneficios.
Los resultados también se vieron afectados por la caída de los precios medios de venta de vehículos y el aumento de los gastos operativos impulsados por la inteligencia artificial (IA) y otros proyectos de investigación y desarrollo.
Tesla no ofreció perspectivas sobre la producción de vehículos para todo el año, al referirse a los cambios en el comercio mundial y las políticas fiscales.
“Aunque estamos haciendo inversiones prudentes que prepararán nuestros negocios de vehículos y energía para el crecimiento, los resultados reales dependerán de una variedad de factores, incluyendo el entorno macroeconómico más amplio, la tasa de aceleración de nuestros esfuerzos de autonomía y el aumento de la producción en nuestras fábricas”, indicó Tesla.
Los resultados se producen después de que Tesla lanzara el mes pasado un servicio de robotaxi en Austin, capital del sureño estado de Texas. Se trata de la primera oferta totalmente autónoma de Musk tras retrasar varias veces el cronograma.
Pero analistas han criticado la lentitud de Tesla en el lanzamiento de nuevos automóviles, al tiempo que cuestionan el compromiso de Musk con el objetivo previo de lanzar un vehículo eléctrico de última generación con un precio que ronda los 25,000 dólares para aumentar las probabilidades de su uso masivo.
Además, pesa la enemistad entre Musk, el hombre más rico del mundo, y el presidente estadounidense, Donald Trump, de quien se convirtió en un duro crítico a raíz de desacuerdos sobre el presupuesto impulsado por el gobierno.
Las acciones de Tesla cayeron un 0,4% en las operaciones posteriores al cierre.