El Premio Nobel de Medicina 2025, otorgado a Shimon Sakaguchi, Mary Brunkow y Fred Ramsdell, reconoce el descubrimiento de los mecanismos de tolerancia inmunológica periférica mediados por las células T reguladoras (T reg). Este hallazgo transformó nuestra comprensión del equilibrio inmunológico, al revelar cómo el sistema inmune aprende a contener sus propias respuestas y a mantener la armonía entre defensa y tolerancia. Cuando ese equilibrio se pierde, la respuesta inmunológica puede volverse contra el propio organismo y así nace la autoinmunidad. El lupus, la artritis reumatoide, la esclerosis múltiple o la diabetes tipo 1 son solo algunos ejemplos de este fenómeno en el que la defensa se convierte en agresión. Son padecimientos crónicos, complejos de abordar, dejando una huella profunda en la calidad de vida de las personas y representan un reto para los sistemas de salud.
En México, la investigación en autoinmunidad ha avanzado notablemente gracias al trabajo conjunto de universidades, hospitales y laboratorios clínicos. Sin embargo, persiste un reto fundamental: la fragmentación del conocimiento y la falta de estandarización de las pruebas diagnósticas. En este contexto, en el marco del LV Congreso Mexicano de Patología Clínica en Jalisco, se oficializó la creación de la Red Nacional de Laboratorios en Autoinmunidad (RELAI) que representa un paso histórico. Desde la Red, se promoverá la capacitación continua, el desarrollo de guías clínicas, la implementación de programas de control de calidad y la colaboración internacional. Todo ello con un objetivo común: garantizar diagnósticos confiables y tratamientos más precisos para quienes viven con enfermedades autoinmunes.
Hoy, más que nunca, necesitamos redes que vinculen el impacto de la ciencia con la sociedad. La RELAI es prueba de que, cuando el conocimiento se comparte, la salud avanza, porque frente a un cuerpo que se confunde, la respuesta debe ser una ciencia que se organiza.